Retrasando lo inevitable
Fecha: 12/07/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Vivivalen175, Fuente: CuentoRelatos
... Seguimos así por un rato ya que el camino a casa era largo. Al llegar subimos y no decíamos nada, mi corazón iba a mil, no podía dejar que se fuera a su casa, pero pensaba que no podía lanzarme yo. Dios estaba tan excitada en ese momento.
Al momento crucial de despedirnos él viene y dice:
Jesús: No me quiero ir a mi casa.
A lo que yo en menos de 3 segundos de forma totalmente impulsiva le respondí:
—Yo tampoco quiero que te vayas a tu casa.
Lo que siguió después de eso fue entrar a mi apartamento y comenzar a besarnos con una pasión incontrolable, en ese momento el mundo pasó a segundo plano solo importábamos los dos y ese momento. Nos besamos por largo rato, mi lengua buscaba la suya y de un momento a otro me estaba quitando la ropa mientras me decía "ves, era inevitable" eso me puso a mil y me arrodillé y ahí fue cuando vi su gran verga, era inmensa, gruesa, negra, era demasiado sexy de ver. Ya ahí no me aguanté más y me la metí en la boca, le di besitos en la punta, pasé mi lengua por todo el glande y lo agarré bien duro para masturbarlo mientras chupaba, era demasiado rico.
No me dejó mucho tiempo pues él estaba como un animal de excitado y comenzó a besar todo mi cuerpo desde el cuello, no parábamos de gemir, el solo contacto ardía por dentro, no podía creer lo que Jesús me estaba haciendo sentir.
Llegó a mi clítoris y comenzó a chupar, morder suave, lamer despacito ufff, me estaba matando, si algo disfruto es el sexo oral y este hombre me estaba ...
... haciendo la mamada más rica de mi vida. Me metía dos dedos y todo lo hizo despacito, iba acelerando al ritmo de mis gemidos.
Me entregué completamente a ese hombre casado.
Me vine en un orgasmo que me dejó en el Nirvana unos minutos mientras él se ponía el condón y entonces metérmela completa bien adentro, estaba demasiado mojada y sensible por el orgasmo, la sensación era increíble, me hacía enloquecer como se movía dentro de mí ese hombre, me estaba dando durísimo en cuatro, me nalgueaba y me decía que si me gustaba y yo solo podía gemir de placer. Me vuelve loca que me nalgueen y él lo hacía perfectamente, me estaba tratando como toda una perra y eso me tenía volando de excitación.
Me puso boca abajo y él arriba de mí, me penetró delicioso, las embestidas eran brutales y cada vez más intensas, sentía que estaba por venirse a lo que mete la mano y comienza a tocarme el clítoris, eso me hizo explotar en un orgasmo como nunca al mismo tiempo que él se vino dentro de mí. Nos acostamos un rato y dormimos.
A la mañana siguiente despertamos juntos y la sensación piel con piel era increíble, volvimos a hacerlo. Esta vez él se subió sobre mí y empezó a besarme toda hasta bajar a mi clítoris, necesitaba otra dosis de esa lengua y así fue, no sé cuánto tiempo estuvo chupándomela, me volvía loca verlo ahí pegado tomando todos mis jugos, me hizo venir dos veces así, ya en ese momento sabía que esa historia apenas iba empezando. Sabía que iba a querer coger con Juan muchas más ...