Manolo, mi mujer y yo.
Fecha: 10/06/2018,
Categorías:
Primera Vez
Sexo en Grupo
Transexuales
Autor: amanuense, Fuente: xHamster
... siguiente compañero de cama.Estuvimos hablando un par de minutos más, aclarando tarifas, arreglando la cita, intentando ubicar de donde procedía su acento sensual y sudamericano.Cuando la tarde previa a la cita concertada advertí a mi mujer que no hiciera planes porque le tenía preparada una sorpresita, ya podía intuir por donde iban los tiros, pero cuando me vio aparecer con Manolo, no pudo evitar un gesto de sorpresa.- Anda, pero si es…- comenzó a decir.- Venus travesti, y es todo para ti- dije antes de que pudiera decirle a la cara lo de Manolo.Lo único que sabía era cómo comenzaría. Habíamos acordado que Venus o Manolo, follaría con mi mujer mientras yo miraba. A partir de ese momento no sabíamos como acabaría la noche. Tal vez no nos gustase y le pidiéramos que se marchara antes siquiera de correrse, tal vez la desbordante imaginación de Sonia, mi mujer, y mis ansias de experimentar cosas nuevas nos llevasen a una noche sin fin. Que el precio se multiplicara a su antojo era lo que menos nos preocupaba. Me dirigí a la cocina para preparar unas copas mientras me llegaba el rumor de la conversación que mi mujer y Manolo comenzaban sentados en el salón. Me entretuve en mirarlos. Le había pedido que no acudiera con ropa demasiado llamativa, y más o menos había cumplido. Vestía un top azul que dejaba al descubierto sus hombros, sobre los que caía su pelo lacio y exageradamente rubio, un ceñido pantalón de color blanco inmaculado, y unas sandalias con un ligerísimo tacón. ...
... Sonia estaba preciosa; se había preparado para aquella noche sin saber siquiera lo que yo tenía preparado para ella. Desde la distancia los observaba divertido, viendo como los restos de masculinidad de aquel travesti se perdían en ojeadas imposibles de disimular en el generoso escote de mi mujer. Con su vestidito plateado y sus taconazos, Sonia resplandecía casi tanto como el brillante que, colgando de su gargantilla, resaltaba en su cuello. Fui especialmente lento en la preparación de las copas, quería ver cómo comenzaban sin mí, quería comprobar si aquel travesti podía lidiar con las ganas de Sonia de pasárselo bien. A decir verdad, parecía que quien acababa de llevarse una sorpresa era nuestro entrañable Manolo. Sonia se mostraba resuelta, manteniendo una conversación ágil, como siempre, y era él quien parecía más inquieto. Cuando mi mujer se pegó a él en el sofá, incluso apartó la mirada y comenzó a juguetear con los anillos que adornaban sus manos. Sólo cuando Sonia llevó sus manos a su entrepierna pareció recuperar su sitio: a aquello si que estaba acostumbrado. En ese momento aparecí yo trayendo con cuidado tres vasos de tubo que dejé sobre la mesita del salón.- Ah, las copas…- dijo él estirando su brazo y bebiendo un largo trago. Sonia por su parte ni apartó la mirada concentrada como seguía en acariciar con sus manos la entrepierna de Manolo.Yo me senté en un sillón frente a ellos, alejado un par de metros. Quería disfrutar de mi gin tonic y de la escena. En silencio se ...