1. Sorprendido con la hija del vecino (1)


    Fecha: 17/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: danynitajo, Fuente: CuentoRelatos

    Ring Ring
    
    , el timbre de la entrada estaba sonando. Miré el reloj y eran las 9 am. Mi mujer, no estaba en casa y no debía llegar hasta dentro de un par de horas. Me levante del sofá y fui a ver quién era, abrí la puerta y me encuentro con la hija de mi vecino, esta chica tenía en ese momento los justos 18 años, Nancy.
    
    —Hola —le dije mientras apreciaba su blusa corta y transparente, sus senos se veían divinos, la minifalda no era nada larga más bien súper alta y dejaría ver el borde de sus nalgas,
    
    Siempre le había visto a Nancy con ojos de lascivia y arrechera pero nunca había tenido la indecencia de meterme con una menor. Ella ya había cumplido sus 18 años hacia un par de meses y ya nos habíamos disfrutado el uno al otro de maneras rápidas y nada cómodas.
    
    Esa mañana se me presentó en la puerta y me dijo de una:
    
    —Cuanto tiempo tenemos antes de que llegue Sofía —mi mujer.
    
    —Un par de horas —le dije.
    
    Entró a mi casa, la casa que comparto con mi esposa, se adentró hacia la sala, y lo único que atiné a hacer fue meter mis manos y atraerla hacia mí, la besé duramente, mientras con mis manos acariciaba su espalda y metía mi otra mano por entre el escote de su blusa, acariciando esos senos jóvenes y duros, con unos pezones que invitaban a ser lamidos uno tras otro.
    
    Le quité la blusa como si fuese una remera y de un solo jalón la dejé sin brassier. Sus senos quedaron a merced mía. Los apreté y besé, les di lengua unos minutos y luego, quitándome mi bata de ...
    ... baño, la arrodillé frente a mí y le ofrecí mi pene, el cual ya estaba como una tabla, sacó su lengüita y lamiendo suavemente la cabeza, se la empezó a engullir como si de una paleta deliciosa fuese.
    
    Mis caderas comenzaron a moverse como si de su panochita se tratara, mi pene entraba y salía de su boca, y mis manos sobre su cabeza la tenían aprisionada, entraba y salía a una velocidad impresionante y sus gemidos se confundían con el ruido de la saliva al moverse al borde de sus labios.
    
    La ahogaba con mi miembro y ella no me soltaba tampoco. No me quería correr, así que al ratito la liberé de esta verga y nos fuimos hacia mi alcoba, donde la senté al borde la cama y quitándole la minifalda, descubrí unos pantis negros y de encaje que debían ser de su madre porque ella no tenía todavía la manera de conseguirlos. Le quito los pantis y noto que esta tan mojada como una gata bajo la lluvia.
    
    Bajo mis labios a su rajita, y mi lengua solo sube y baja por esa hendidura, su olor es divino y su gallito salta como frijol loco sobre un espejo, saboreo sus líquidos y la humedad baña mi bigote, mis dedos juegan con sus mojados labios, y ella gime de placer.
    
    Desafortunadamente estábamos muy metidos en nuestro sexo que no escuchamos cuando alguien entró a la casa, y fue hacia la alcoba donde nos divertíamos. Se abrió la puerta y escuché, solo escuché
    
    —Qué es esto? ¡Cómo se atreven y en mi propia cama!.
    
    Era Sofía, que susto tan hijueputa el que se metió en mi alma. Mi lengua ...
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