1. Fiesterita


    Fecha: 11/06/2018, Categorías: Incesto Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... en breve, de una pieza apareció una guacha con pinta de ir a quinto año del secundario, en calzones, en tetas y con un toco de ropa en los brazos, la que echó desganada en un cesto, y se sentó en un sillón frente a mí.
    
    Luly le rezongó:
    
    ¡hey guacha, andá a vestirte y ponéte a limpiar!
    
    Pero Aldana, que es su hermana la ignoró por completo.
    
    Luly me dio un mate y atendió la puerta por la que ingresaron tres flacos más. Javi, Rodri y Franco. Nos presentamos, pero antes de que alguno se siente ella sentenció: ¡che manga de forros, vallan a comprar birra, cigarrillos y algo para comer si quieren la fiestita!
    
    Los tres salieron al kiosquito del negro que quedaba a la vuelta, y ella, adivinando el desconcierto en mi rostro dijo: ¿creíste que ibas a estar solo pibito?, ¡hoy tengo ganas de que me la pongan por todos lados!, ¿te prendés?
    
    Se me sentó en la falda, me comió la boca, me masajeó el paquete y le dijo a su hermana que no paraba de mirar: ¡no sabés lo dura que la tiene putita, se te haría agua la concha!
    
    Se agachó, frotó sus tetas contra mis piernas, me abrió la bragueta y de un bocado mi verga se anidó en su paladar para que mi cuerpo vuele con sus majestuosas chupadas. De repente dijo sin detener su mamada:
    
    ¡dale Aldi, vení así me vés chupar una pija de verdad!
    
    La nena se acercó a curiosear sentada en el piso de piernas cruzadas soportando los manoseos de Luciana a sus tetas. Después Aldana me la tocó temblorosa, alcanzó a darle una lamidita, regresó ...
    ... a su sillón, y mientras fumaba un pucho se chupaba un dedito. Luciana volvió a lamer mi garrote carnal, hasta que se acercó a la piba y lamiéndole las tetas le decía nerviosa: ¡cuando vengan los pibes vos te quedás acá… pajeate si querés, pero venís cuando yo te diga!, y retornó a mamarme el pito con más furia que antes, al tiempo que iban entrando los tipos.
    
    Rodri y Franco pelaron las pijas al toque, y Luciana se arrodilló a mi lado arriba del sillón para pajearme mientras comenzaba a petearlos, haciendo charquitos de baba en el suelo de tanto escupirlas, gimiendo afiebrada, pegándose en la cara especialmente con la de Rodri, y repitiendo incesante: ¡quiero lechita! Pero se detuvo al ver que Javi le tocaba las tetas a Aldi.
    
    ¡mi hermanita se suma cuando yo digo pendejo, y vení que te la mamo!
    
    El pibe se anotó de inmediato. Luly estaba acechada por tres pijas que amenazaban con reventar en su piel mientras su boca subía y bajaba, tragaba entre arcadas y lamidas jadeantes, saboreaba y puteaba más que nada al Rodri por ser tan profundo en sus envestidas, cuando su mano me pajeaba y mis ojos se extraviaban debajo de la bombachita de Aldana que se colaba un dedito con los labios apretados y los pezones rojos.
    
    Luego Luly revoleó su remera, le dio un buen trago a una botella de vodka al natural que sacó de abajo del sillón, y en cuanto le enleché la mano que me seguía enardeciendo la garcha se la pasó por las tetas y se arrodilló para hacerles una turca a los pibes tras ...
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