La semana que disfruté a mi cuñada
Fecha: 25/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: JUANFRANK, Fuente: CuentoRelatos
... beso.
Inmediatamente después le dije que antes de la lavativa, quería hacerle el amor, por lo cual le pedí, se pusiera algún conjunto de lencería con encajes y unos zapatos de tacón alto, diciéndome que tenía unos blancos con ligueros que uso en su noche de bodas, lo que me prendió pidiéndole que también se pusiera las medias que había usado, y si tenía el tocado o ajuar de novia que traía en la cabeza cuando se casó, se lo pusiera, a lo cual note su excitación y me dijo que tardaría unos 10 minutos en buscarlo y ponérselo diciéndome que no lo oliera porque desde que se casó, nunca lo volvió a usar, ante lo cual yo le dije que no importaba.
Recuerdo que esos minutos se me hicieron eternos, quería verla con su ropa interior que uso en su boda, y poseerla y hacerla mía, destrozarle tal lencería, ya para ese momento veía que la mujer mamona, presumida y altanera, estaba completa a lo que yo quisiera, esperando ese momento oía que sonaba una secadora de pelo, y abrir de estuches, yo procedí entrar al baño a orinar, y a la lavarme las manos y pasarme un poco de pasta dental, porque mis cosas personales las había dejado en la maleta del carro, habrían pasado unos 9 minutos, cuando me llamo “Paquito, puedes venir a mi recamara”, a lo inmediatamente entré.
Y vaya espectáculo, estaba con un conjunto de lencería blanco de seda semitransparente con encajes, con unos ligueros que sostenían sus medias blancas semitransparentes y su corona de ajuares en la cabeza y unas ...
... zapatillas con un tacón de algunos 7 siete centímetros, parada abriendo el compás de sus piernas y con sus manos pegadas a la cintura, al verla así le dije, “no manches Zandra, estas echa para comerte completita, eres un pinche manjar que voy a saborear y disfrutar a mi antojo, quiero que te des la vuelta lentamente”, ella ya obedeciéndome, se volteaba y me dejaba ver como su tanga le dejaba resaltar se tremendo culo que poseía, duro y redondo, sus piernas bien trabajadas por el gimnasio, esa cara hermosa, a lo cual empecé a sentir nuevamente como mi falo se empezaba a enderezar, ya caliente que estaba la agarre de un brazo y le dije vamos al cuarto donde tienen el escritorio, y sin decir palabra me acompañó.
Llegamos rápidamente, ya estando ahí, le dije que sus manos las pusiera a la orilla del escritorio y que sus nalgas me dieran la espalda, yo quería tener esa visión de sus piernas abiertas y su gran culo frente a mí lo que hizo de inmediato, y ya expuesta ante mí, me agache y empecé a lamer sus piernas, las besaba, le daba pequeños mordiscos, con mis manos empezaba a sobarle las nalgas, le metía mis dedos por dentro de sus bragas y le empezaba a dedear su clítoris, recorriendo hasta llegar al punto G, el hecho de dedearla, sentía como frotaba varios surcos para llegar a su intimidad, lo que hacía que ella se empezara a mojar y a empezar a respirar más rápidamente y a decirme, que estaba muy caliente, “Que rico, eres mi rey, te amo, hazme tuya”, lo que me empezó a excitar y de ...