1. La semana que disfruté a mi cuñada


    Fecha: 25/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: JUANFRANK, Fuente: CuentoRelatos

    ... que daba, para inmediatamente después pedirle que uno de sus pies lo bajara al siguiente escalón, quería tener abiertas sus piernas y para tener su sexo expuesto totalmente, lo que le ayude a hacer, para después mover su calzón a un lado y meterle un dedo, lo que sentí que la tenía demasiada estrecha y sus labios externos los tenía bien cerraditos, a lo cual solo gemía y decía “Ahh, ahh, uff”, lo que me puso más caliente y le dije “quiero disfrutar esa rajita tan rosadita y apretadita y saborear esos líquidos que te salen, desde que bajaste a recibirme estabas bien mojada...” Respondiéndome, “si Paco, estoy bien caliente y desde que te estaba esperando ya estaba mojada, baje a abrirte porque quería que me vieras así, me arregle para ti, pero no quiero que me chupes mi vagina, porque Javier nunca lo ha hecho”; a lo cual le inquirí “Pues será un reverendo pendejo en no disfrutar tu puchita, porque hoy me la voy a comer todita y también quiero tu chiquito y vas mamarme el falo, vas a conocer cosas que nunca has sentido, te voy a dar por todas partes mi verga”, a lo cual me dijo “me pones nerviosa nunca me ha cogido por el culo”, diciéndole, “es que Javier es un pendejo que no sabe el monumento de vieja que tiene, veras que te va a gustar, y vas a querer más, de aquí en delante serás mía cuando quiera”.
    
    Así que empecé a lamber y jugar con su clítoris, el olor de esa vagina sabia rico recién bañadito quizás con un shampoo vaginal, mi lengua le hacía vibrar y sentía como ...
    ... derramaba poco a poco sus líquidos, ya para ese entonces, agarraba mi cabeza con sus manos y me la replegaba a su panocha, la cual estaba depilada y suavecita, así dure dándole varios minutos y sentí como su vientre empezaba a convulsionar, también notaba al meter mi lengua que su almeja estaba muy estrecha, y eso me excitaba más, gritaba “ayy, ahhh, comételo, dame más, cógeme, hazme tuya…”, a lo cual me gritó que se iba a orinar, al saber que se iba a venir, quité mi boca y con dos de mis dedos le daba un rico sexo oral cada vez más rápido, lo hacía de una manera donde uno de mis dedos rozaba toda su intimidad y llegaba a un punto donde se sentía como surcos, los cuales hacían que tal fricción la excitara, cuando empezó a sacar líquidos y gritaba como loca, “quiero más, dame más, soy tuya, dámelo todo, cógeme ya, no me martirices más, ya métemela toda”.
    
    Ya una vez que deje de darle el oral, derivado de su excitación y orgasmo, la ayude a bajar de la escalera, porque apenas si podía estarse en pie, y le dije “vamos a tu cuarto, ahí te hare mía, para estar más a gusto”, no reparo y me pidió un momento para tranquilizarse porque estaba demasiado excitada, quizás así duramos un minuto, y llegando a su cuarto, le quite la blusa y el calzón y empecé a besarla en su boca, la cual de inmediato me correspondió dejando entrar mi lengua en su boca y a su vez dándome la suya, mezclando su saliva con la mía, era rico sentir como mi lengua exploraba su boca, así como ella correspondía ...
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