MI CHOFER Y SU AMIGO CAMBIARON MI VIDA - Relatos Eróticos

MI CHOFER Y SU AMIGO CAMBIARON MI VIDA

Luego de esa noche que marcó mi inicio como nenita, las cosas cambiaron por completo en vida. Sin lugar a dudas era lo que necesitaba para soltar esos nervios y ser más atrevida y sentirme capaz de hacer mejores cosas. Ambos me dieron una excelente lección de cómo debía comportarme para que mi pareja o parejas estuvieran a gusto con una verdadera nenita. Ya vestía todo el tiempo de mujer, pero con un gran detalle que marcaba una diferencia con las chicas de mi edad. Realmente mis vestidos me hacían ver como una perra.Compré lo más provocativo y sexy que encontré en un par de lugares, que se especializaban en el tipo de ropa que deseaba. Así, que cada minifalda siempre dejaba ver algo de mis nalgas. Las botas eran como un fetiche para mí. Me moría al verme con un par de ellas que me llegaran a la rodilla. Siempre colores llamativos, como el rojo. Ya mi rostro bien maquillado no hacía dudar a nadie y mi cabello largo ayudaba mucho para pasar como una mujer en cualquier sitio. Ya mis lugares preferidos eran los clubes nocturnos de libre acceso para cualquier opción y nunca iba acompañada.Luego de la experiencia con esos dos sementales, pensé en experimentar algo diferente y de loca que era se me ocurrió buscar una mujer atractiva. Sentada en una barra y como si la suerte estuviera siempre a mi lado, una muñeca morena con una malla bien ajustada, dejando ver sus lindas nalgas y enormes senos se sentó a mi costado y pidió una cerveza. Su cabello corto, unas magníficas piernas, ...

... que al cruzarlas no pude evitar verlas. Ella se percató de esto y me saludó. “Hola, como estas linda, me llamo Leonor,”“Yo Helga, mucho gusto.” Me miró fijamente a los ojos y directamente me dijo. “Has estado antes en este lugar, sabes para que venimos”. Me comencé a calentar y le dije que por supuesto. “Estoy acompañada por mi pareja, ¿te m*****a si le digo que venga para que lo conozcas?” “Para nada corazón.” Caminó unos pasos y regresó con otra mujer. ¡Vaya sorpresa!: “Ella es Sara”. Una despampanante rubia, que yo a su lado parecía un trapo. “Hola Sara, soy Helga.” “Helga, te invito algo para tomar.” Le dije que un Vodka estaría bien.Nos sentamos en una mesa y comenzamos a conversar, a tomar, a fumar cigarros, hasta que me di cuenta que empezaba a amanecer. Leonor me dijo que en casa tenían unas botellas y otras delicias para acompañar el trago. “Al diablo, ya es de día, vamos a tomar unos tragos más y luego salimos a almorzar.” Ambas eran unas señoritas muy educadas y se les notaba decentes, así que asentí. Al llegar a casa nos sentamos en su sala, sacaron una botella de Vodka, unos cigarros y ya saben qué más.“Helga, somos pareja, lesbianas. Sara es la pasiva y yo la activa. No te m*****a o sí.” “Para nada chicas y si les cuento quien soy se mueren. Soy transexual.” Las dos se rieron y Sara de inmediato me miró. “Te gustan las bromas.” Me puse de pie, levanté mi minifalda y les mostré mi pene pequeñito. No lo podían creer. “Vamos a ver tele al dormitorio. Mi cama es ...