La convocatoria
Fecha: 13/09/2022,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Por tercera semana consecutiva, Ana se quedaba fuera de la convocatoria de su equipo. Incomprensiblemente había pasado de ser una titular indiscutible en el lateral izquierdo de su equipo a la grada directamente. Por eso, cuando el míster dio la lista de convocadas para el partido en Madrid, Ana arrojó el peto contra el suelo y pateó un botellero camino del vestuario. Incluso desde el césped se oyó un grito de rabia precedido de un portazo.
El técnico mantuvo la calma mientras el resto del equipo se mantenía en un tenso silencio. Segundos después se formaron algunos corrillos que, entre murmullos, comentaban la situación de Ana en el equipo. Unas la criticaban:
-Coño es que no va a jugar por norma...
Otras trataban de comprenderla:
-Es que el míster no le da ni una explicación. Ha pasado del campo a la grada sin más.
El entrenador por fín dio por concluido el entrenamiento:
-Venga! Todas al vestuario. Estas cosas son normales en la élite. Todas queréis jugar pero yo solo puedo poner a 11.
Las chicas abandonaron el césped camino del vestuario. La única que no había tomado posición en la situación era Mirtha. La brasileña que se beneficiaba de la situación de Ana.
Ésta era la típica lateral brasilera. Zurda, potente, de largo recorrido y, a sus 22 años (4 menos que Ana), tenía una tremenda proyección en el mercado internacional. Dentro de la plantilla, muchas sospechaban que el míster tenía un interés económico en una posible venta, de ahí que la ...
... antepusiese a Ana en el lateral izquierdo. Otras, como Mariela (veterana y capitana del equipo), iban más allá en ese interés. El técnico, profesional frustrado en su día, tenía mucho tirón entre las mujeres y se rumoreaba que alguna de sus jugadoras había caído rendida a sus pies. La capitana hablaba con conocimiento de causa. Ella misma había pasado por su cama hacía unos años. Mirtha era un bellezón de ébano con cuerpo de modelo. Incluso Mariela se había sentido atraída sexualmente por el cuerpo de la brasileña cuando se duchaban. Esas tetas duras de buen tamaño. Con esa aureola perfecta de la que sobresalía un gordo pezón negro. Aquel culo de nalgas potentes y piernas musculadas. Y esa cara de femme fatal de verde mirada lasciva.
El entrenador, en su despacho, recibió un whatsapp. Era de Ana:
“¿Podemos hablar?” –Pidió Ana.
“Sí, claro. Estoy en mi despacho” –Contestó él.
“No. Prefiero que sea en el vestuario. Está prácticamente vacío.”
El técnico se levantó y se dirigió hacia el vestuario. Las últimas jugadoras abandonaban el vestidor. Al entrar en la sala, el olor a gel de ducha y desodorante lo impregnaba todo. Una de las duchas permanecía con su grifo abierto. Solamente estaban Ana, que aún no se había duchado y permanecía con un culotte negro y un sujetador deportivo del mismo color, y Mirtha, la brasileña, que paseaba su desnudez con descaro. El entrenador la observaba con media sonrisa.
La verdad es que la brasileña era una mujer espectacular. Esa melena ...