1. En la tienda erótica


    Fecha: 09/10/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Sin duda, uno de los mejores días de mi vida.
    
    -Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarla?
    
    Sus ojos azules, traspasaron mi alma, nada más verla.
    
    -Hola, verá... Una amiga quiere dar la despedida de soltera, y quería comprarle algo... Que...
    
    -¿Que la excite antes del día tan señalado?
    
    -Eso es.
    
    -Bien, tenemos muchos productos, entre ellos uno nuevo que nos ha llegado hace poco. Un Satisfyer.
    
    -¿Un qué?
    
    -¿De verdad no sabes qué es un Satisfyer?
    
    Mi cara debió ser un poema, porque la dependienta no dejaba de mirarme de arriba a abajo.
    
    -Aquí hay gente, ¿porqué no pasas a la trastienda, y te enseño alguno?
    
    Sin dejarme contestar, se dio la vuelta, y se metió tras una cortina. Sin pensarlo, la seguí. Al entrar, tenía un aparato muy raro en las manos.
    
    -Mira, se trata de un estimulador clitoriano.
    
    Me tendió un aparato, que no había visto en mi vida.
    
    -No parece un consolador...
    
    -Es mucho mejor que un consolador.
    
    Y, sin dejarme tiempo de reaccionar, la dependienta, se tumbó en un sofá, se levantó la falda, y se bajó las braguitas.
    
    -Es muy sencillo. Y alcanzas el orgasmo en décimas de segundo.
    
    Lo accionó, y comenzó a escucharse un leve ronroneo.
    
    -No tienes que posarlo muy fuerte, con que te roce el coñito, es suficiente.
    
    Lo llevó a su hendidura, y comenzó a moverlo ligeramente, en círculos.
    
    -Oh, Dios... Siiiii.
    
    Mi mirada iba de su cara de placer, a sus dedos, moviendo suavemente aquel pequeño aparato. Sus gemidos, hicieron que ...
    ... mis pezones se endurecieran. Me levanté la camiseta, y comencé a pellizcármelos.
    
    -¿Te gusta cielo?
    
    -Es muy... Sensual.
    
    -Y ya verás... Ahhh... Cuándo... Lo pruebe tu amiga.
    
    -Necesito probarlo.
    
    Se levantó, agarró uno de muestra, y me lo tendió.
    
    -Adelante, cielo. Disfrutemos juntas.
    
    Se tumbó de nuevo, dejándome un espacio. Me uní a ella, me bajé los pantalones hasta los tobillos, y las braguitas hasta las rodillas.
    
    -No te vas a arrepentir - Dijo, guiñándome un ojo.
    
    Lo accioné, y comencé a deslizarlo por el interior de los muslos. Las pequeñas descargas, hicieron que se me erizara el bello.
    
    -Dios... Me voy a correr.
    
    Al mirarla, vi que comenzaba a mover su cuerpo, de arriba a abajo, con los ojos en blanco. Estaba encantada con el juguetito.
    
    -Dios, me corro... Me corrooooooo.
    
    Sus fluidos salieron disparados, salpicando el sofá.
    
    -No pareces muy convencida.
    
    Dicho esto, me lo quitó de las manos, se colocó entre mis piernas, y, accionándolo, comenzó a moverlo despacio por mis muslos. La descarga me recorrió la columna vertebral.
    
    -Dios mio. Qué bueno.
    
    -Ahora viene lo mejor.
    
    Lo movió lentamente, hasta posarlo en mi hendidura. Pegué un pequeño salto, al notarlo. De nuevo la descarga sacudió mi cuerpo.
    
    -Ahh. Joder.
    
    Mis pezones se endurecieron por completo. Mis manos, viajaron hacia ellos, estimulándolos.
    
    -Me corro. No puedo más, joder.
    
    Me besó en la cara interna de uno de mis muslos, mientras ese aparato no dejaba de darme ...
«12»