1. Le reviento el culo a Angélica mientras duerme


    Fecha: 11/10/2022, Categorías: Anal Autor: Heathcliff, Fuente: CuentoRelatos

    Angélica se había recostado y dormido presa de la fatiga de todo este ajetreo matutino. Verla así me provocó recostarme detrás de ella para abrazarla y descansar, también me quedé dormido.
    
    Probablemente transcurrieron una o dos horas, algo corto pero reparador, yo desperté antes y con una gran erección de por medio incitada, en gran parte, por la posición en la que me encontraba. Abrazaba a Angélica por la espalda y tenía sus nalgas justo a la altura de mi pene, y con cada respiración o cualquier movimiento, por pequeño que este fuere, sentía su gran trasero rozando contra mi pene. Además la tenía abrazada, mi mano estaba justo al alcance de sus pechos, no pude evitar empezar a jugar con sus redondas bubis y sus suaves pezones. Tenía mi nariz metida en su cuello, entre su larga cabellera, podía rozar su piel y sentir su aroma.
    
    Era una mezcla de sensaciones que provocaban que mi polla despertara rápido que yo mismo. Encima tenía la pelvis de Angélica muy cerca de mi, así que usé un poco de saliva como lubricante y dirigí la punta de mi polla al culo que me traía como loco. Hice un poco de presión y sorpresivamente mi polla superó su esfínter anal casi sin dificultades, resbaló lentamente hasta que mis testículos rozaron su piel.
    
    Es absurdo creer que puedes perdonarle el culo a alguien mientras duerme y esta nunca se va a dar cuenta.
    
    -Mmm, qué haces? -dijo Angélica al sentir cómo su culo se llenaba de carne caliente.
    
    -Nada, tú sigue durmiendo -contesté ...
    ... absurdamente, motivado por la calentura.
    
    Dicho eso, saqué mi pene lentamente hasta la mitad y volví a insertar lo no tan lentamente, fue una estocada ruda.
    
    -Mmm, espera, espera -Angélica no podía abrir los ojos, tenía esa pesadez que deja el sueño.
    
    -Relájate, sigue durmiendo -dije mientras continuaba penetrando su culo sin darle tregua.
    
    Inicié un vaivén suave pero constante, Angélica despertaba y ronroneaba, se dejaba hacer con pocas quejas, parece que los dos encuentros posteriores ya le pasaban factura, pero no cedía.
    
    -Sigue, pero hazlo lento un rato, yo te diré cuando esté lista -dijo Angélica empujando sus nalgas contra mi pelvis.
    
    -Sí, tú relájate y disfruta, sólo dame el culo bebé -dije sin hacer mucho caso de su aviso.
    
    -Suave, suave, no seas tan brusco –decía, pero no dejaba de gemir pese al dolor que supuestamente le causaba.
    
    -Necesito cogerte Angélica, es tu culpa por dejarme tu trasero tan a la mano.
    
    Estábamos en posición de cucharita, y eso facilitaba mucho la penetración, sentía como mi verga rozaba todos los pliegues de su esfínter. Con cada inserción su culo se dilataba y su respiración se agitaba, y yo sentía mi polla hincharse dentro de ella.
    
    Angélica me pedía que lo hiciera suave y lento, pero si me detenía un poco sentía mi polla palpitar obligándome a continuar.
    
    -Lo siento bebé, pero no puedo, te juro que no puedo parar, necesito cogerte duro.
    
    -Está bien, sigue, sigue, no pares, ya estoy dilatada, haz lo que quieras con mi ...
«12»