¡Soy tu Preceptora! -2- - Relatos Eróticos

¡Soy tu Preceptora! -2-

... con 5 hombres y no nos saludaste adecuadamente. Ahora ve y saluda a cada uno con un buen beso en la verga.

Como tenían pantalones deportivos fue bastante fácil sacar cada verga y besarla, era abrumador el olor a huevos que se había acumulado en la habitación. Mientras yo iba besando cada pene todos me tocaban las tetas a través de mi corpiño y mi concha a través de mi tanga.

Cuando termino, otro de mis amos, Manuel, dice:

—ven que desagradecida que es July, nosotros le permitimos que nos bese la verga y nosotros la tocamos ¡y no le agradeció a ninguno!

A lo que Brian le contesta:

—tienes razón, es una desagradecida, no merece usar ropa. Quitate la ropa putita.

—¡Gracias por hacer que me desvista, Amos!

Brian sigue hablando y me dice:

—nosotros vimos varias veces el video y realmente nos dimos cuenta que tienes un error muy grave. ¡No le has hecho una paja con tus enormes tetas al pobre Alexis! ¡Ve y hazlo! (Realmente yo estaba muy caliente, me calentaba mucho que me traten de esa forma).

Cuando me arrodillé y comencé a pajeársela con mis tetas, sentí un chotaso en la cara, era Manuel que me dijo:

—¡De nuevo no agradeciste! ¡Chupala!

Para mí era una situación muy complicada, era difícil pajearla con las tetas y al mismo tiempo estar mamando un chota, pero pude hacerlo bien y aprendí a agradecer todo lo que me decían.

Luego de un rato, Manuel sacó su verga de mi boca y Alexis me dice:

—¡ponete en 4 y ...

... pateámela!

Automáticamente yo lo hice y más temprano que tarde, sentí como sin previo aviso la verga de Brian se metía por mi concha. Estuve en esa posición un ratito hasta que Manuel e Iván me pidieron que los pajee. En ese momento ya mi situación era muy difícil, me sostenía de las vergas de Iván y Manuel, mientras que Alexis forzaba mi cabeza para que me comiera toda su verga y Brian me envestía como si recién hubiera salido de una cárcel.

Me tuvieron así un buen rato, aunque iban cambiando de posiciones. No sé si ustedes se percataron de que son 5 y yo solo estoy haciendo disfrutar a 4. El 5 era un chico llamado Nahuel, el cual aseguró que no quería coger con otros varones, pero que cuando ellos se cansaran de mí él me "usaría".

Cuando los cuatro estaban muy cerca de acabarse me pidieron que me arrodillara y todos comenzaron a pajearse en frente mío, hasta que uno por uno comenzaron a acabarse encima mío. No se dan una idea de lo hermoso que fue el momento en que todos esos chorros de leche caliente me cayeron encima, fue un momento exquisito, estaba tan pero tan mojada que no puedo explicárselo.

Al finalizar esta sección, yo estaba absolutamente cubierta de esperma. Ellos me prohibieron limpiarme o vestirme y me ordenaron que prepare pasta para todos y cuando termine de cocinar me encierre en la habitación con Nahuel.

Esta historia continuará en la tercera y última parte.

Les mando un beso enorme queridos lectores.