Bere, la mesera
Fecha: 18/10/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... sentones y movía sus caderas más y más fuerte y rico!
B: Ah papi, dios mío, ¡que rico!
L: Si, ¡muévete más rápido bebe!
Cambiamos de posición y pasamos a patitas al hombro, me encanta ponerlas en esa posición, me encanta ver su cara de satisfacción al penetrarlas y Bere lo estaba pasando magnifico, ¡mi verga entraba por completo mientras le mordía las tetas y sus pies!
B: ¡Ah, dios, ah, así, que rico coges!
L: ¡Tú también eres maravillosas, que rico coges!
B: ¡Uf, que verga, me matas, me matas!
La puse de perrito, ella se empino majestuosamente mostrando como escurrían fluidos de su rica vagina, yo puse mi verga en su clítoris y tomándola de la nalga, le daba masajes con mi cabecita.
B: ¡Ay, así papi, que rico!
L: ¿La quieres dentro?
B: ¡Si bebe, dámela toda, todita la quiero!
La penetre despacio, quería sentir a esa hembra vibrar, le apretaba sus tetas y se la iba empujando poco a poco, ella también se movía, sus 1.55 de estatura me daban ser dominante ya que yo mido 1.80 y eso me ayudaba a domarla.
Me movía fuerte, empecé a grabar como le daba en cuatro, sus gemidos y lo que me decía me ponía a mil, ¡le daba de nalgadas y le grababa la cara para que en el video saliera como gozaba la muy zorra!
L: ¿Te gusta mi verga?
B: ¡No me grabes, dios!
L: ¡Te hice una pregunta!
B: Me gusta mucho, ¡esta riquísima!
L: ¡Dilo otra vez!
B: ¡Me gusta mucho tu rica verga, dámela, la quiero sentir toda!
La seguí penetrando fuerte que se ...
... desplomo en la cama quedando en boca abajo, yo me encime en ella y movía mi pelvis mientras su oreja y cuello, eran mi comida, apoyándome de la luna, la metía con todo, sus gemidos eran fuertes, ¡decía que la lastimaba y eso solo me hacía cogerla más y más fuerte!
L: ¡Que ricas nalgas, uf, toma, toma!
B: ¡Ah, me lastimas, uf, agh!
L: Aguántala nena, ¡sé que lo puedes hacer!
B: ¡Me tienes loca, cógeme, cógeme, no pares!
Ella comenzó a venirse muy rico, su venida mojaba toda la cama y sus gritos seguramente se escuchaban hasta afuera de la habitación, yo seguí con el mete y saca, la nalgueaba y acariciaba sus tetas, la nena se movía como lombriz, su orgasmo la hacía moverse demasiado rico, ¡eso poco a poco fue haciendo efecto en mi verga y de pronto hizo que me viniera adentro de ella!
L: ¡Ah, nena, dios, que rico!
B: Dámelos todos, ¡dámelos!
L: Te gusta mi leche!
B: ¡Esta muy caliente, me encanta!
¡Terminamos exhaustos y abrazándonos en la cama, obviamente si me la lleve a Cuernavaca donde todo el fin de semana no la pasamos cogiendo!
Lo que no sabía es que ella me iba a empezar a platicar de sus amigas y enseñándome fotos de su grupo de amigas, ahí estaba Lety con ella, abrazándose como las mejores amigas, yo le pregunte que, si eran amigas, ¡ella me dijo que desde hace ya unos 4 años! Puta, me sentí raro, no me atrevía a decirle que ella era mi esposa, pero si no le decía, igual me generaba un problema.
Al llegar a la ciudad le confesé que ...