Victor y yo parte 1
Fecha: 15/06/2018,
Categorías:
Gays
Autor: serback1, Fuente: SexoSinTabues
Siempre me he considerado un hombre bisexual, pese a que soy casado, me he dado a la tarea de tratar de calmar mis placeres, y aunque no han sido muchas las oportunidades, acepto que han sido muy placenteras. Ya en otro par de narraciones describí como fue mi primer encuentro con un compañero de la preparatoria; la forma en que ese proceso de acercamiento se fue dando, hasta que logramos consumar nuestro acto tiempo después. Ahora quiero platicar como fue el encuentro con una persona muy especial, un chico más joven que yo, su nombre es Victor, y con el cual compartía las mismas fantasías y deseos. Lo contacte por medio de este mismo portal, y desde el momento en que leí su perfil y sus inquietudes me identifique plenamente con él. Le escribí un correo sabiendo que posiblemente no me contactaría, ya que es muy común que no le interesara. Sin embargo el respondió a mi mensaje de una forma rápida y muy honesta. Hasta ahora nuestra comunicación no se ha interrumpido, estoy seguro que se ha debido a la franqueza y respeto con la que nos hemos expresado. Pues bien, al cabo de varios mensajes decidimos conocernos en persona. Él ya me había comentado, que, al igual que yo, era casado, y que tenía tendencias bisexuales. Coincidimos también en que el hecho de ser bisexuales nos permite tener lo mejor de dos mundos, y evidentemente la gama de fantasía es más extensa. Como queríamos mantener este encuentro lejos de terceras personas, pues es una cuestión de placer, no se trata de ...
... lastimar a nadie, acordamos reunirnos en un motel, de esta forma evitaríamos los lugares públicos y con ello la posibilidad de que algún conocido, ya fuera de cualquiera de los dos, nos interrumpiera y entablara un interrogatorio innecesario. El primero en llegar al motel fui yo; solicite una habitación sencilla, cuando me indicaron el número, entré hasta la cochera con mi auto, y baje el portón eléctrico. Una vez dentro la señorita afanadora me cobro por la ventanilla, y le informé que esperaba a otra persona, que por favor me avisaran en cuanto llegara, me contestó amablemente que lo haría por medio del teléfono. También le solicité hielo y un par de vasos. Me instale en la habitación, acomode un par de botellas, una de whiskey y una de tequila, además de refrescos. Momentos después regreso la señorita con mi cambio, el hielo y los vasos. Confieso que mientras esperaba me pasaba por la cabeza la posibilidad de que mi nuevo amigo no acudiera a la cita, pero por otro lado me consolaba saber que no seria por su falta de interés, sino porque algo de última hora se hubiera atravesado en su camino. Me serví un whiskey y encendí la tv. En eso sonó el teléfono de la habitación, era la recepcionista para preguntarme que si estaba esperando a alguien, inmediatamente contesté que si, que lo dejara entrar. Mi estomago empezó a causarme esa sensación de vacío que se produce cuando hay sentimientos y emociones encontradas. Minutos más tarde escuche que se levantaba el portón de la cochera, ...