1. Dos Amigas y un pueblo


    Fecha: 07/11/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... como un loco le pezón. Su pene encontró y logró colarse entre los labios vaginales y comenzó la traca final. Ella le apretaba las nalgas con los talones, y él la tenía sujeta por la nuca con ambas manos. José María tensó todo su cuerpo y comenzó un mete-saca brutal y muy rápido. Los otros se giraron al sonido de los gemidos y el impacto de la carne contra la carne. Sara apretaba los dientes y le miraba desafiante ante el sudoroso rostro de su amante. Los senos se movían rítmicamente y el hombre dejó caer todo su peso encima de ella para besarla profundamente. La penetración también era profunda y no se oía ningún ruido salvo el crujir del sofá cama debido a los movimientos de su cadera. Se separaron, y el joven volvió a la carga en un esfuerzo final.
    
    - Sí, sí, no pares, no pares, me corro, me corro...
    
    Excitado aceleró para fundirse con ella y dejarse caer encima con una eyaculación brutal. Sara sintió los potentes chorros seminales invadir su interior como si fueran columnas de magma eyectados por un volcán. Se corrieron a la vez, y el sonido de sus gemidos provocó un efecto mariposa.
    
    El bosque de penes tras el que se escondía Silvia era un batir de manos imparable. Ante el sonido agónico de su amiga y amante, Hugo entró en éxtasis y le introdujo el pene en la boca. Le sujetó la cabeza con las manos y comenzó a penetrarla como si sus labios superiores fueran los inferiores. Sintió manos que no pudo identificar que aprovechaban el momento para toquetearle los ...
    ... pechos, el culo y la vagina. Se sentía saciada con tantas sensaciones táctiles. Hugo gritó, y sin apartarse, se derramó sin parar de follarle la boca. Silvia sintió un conato de arcada, pero abriendo la comisura de los labios, dejó escapar todo el líquido que había proyectado aquel pequeño pene, que cayó de golpe como un torrente blanquecino sobre abdomen y pierna. El joven se retiró, y no bien pudo recuperarse cuando dos chorros a mucha presión le cruzaron la cara con trazas blancas. Don Eusebio se rió le dio toquecitos con su miembro en la cara.
    
    Gorka y Mateo batían sus pollas furiosamente frente a ella.
    
    - Espero que no te moleste... - Dijo tímido Mateo - Pero... ¿podría acabar sobre tu culito?
    
    - Nada dentro, ¿eh? - Dijo tras colocarse a cuatro patas frente a los dos chicos.
    
    El grandullón se excitó ante aquella visión y se dejó llevar. Pegó su gran cuerpo al de ella, haciéndola desaparecer y, sin apoyar todo su peso para no aplastarla, restregó su miembro contra aquel pequeño trasero. Sara afianzó bien los brazos para no caer y ser aplastada contra el suelo. Sintió cómo el falo del chico se tensaba, y tras unos gruñidos de oso por su parte, se corrió empapando su culo y salpicándole la espalda. Cuando dejó de sentir la presión del cuerpo, se giró para afrontar al último amante.
    
    - Y tú Gork...
    
    No pudo acabar de hablar ya que el chico se le echó encima masturbándose a toda velocidad y apoyando su pene contra sus senos. Lentos y blancuzos lefazos enguarraron sus ...