Mi madre, Rebeca y el negro
Fecha: 09/11/2022,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Lertxundi, Fuente: CuentoRelatos
Durante el diferente verano de 2020 Rebeca y yo nos encontrábamos aun teletrabajando así que para huir del calor de la gran ciudad decidimos pasar el verano en mi pueblo situado en una zona más fresca del país, algo que ambos agradeceríamos.
Y lo íbamos a pasar, como no con mi madre, tras el anterior relato publicado los tres habíamos tenido nuestros acercamientos y momentos pero nada comparado con lo acontecido y narrado en aquel relato, para el que sea el primer relato de esta saga de historias le pongo al día en cuanto a cómo somos nosotros:
Mi madre se llama Candela, contaba con casi 58 años, 1,60 metros de altura, morena con el pelo hasta los hombros y morena de piel, debido al deporte que practicaba y a pesar del confinamiento su culo estaba muy duro y sus pechos como siempre grandes, redondeados y más o menos tersos fruto del esfuerzo del gimnasio.
Rebeca, mi novia, por su parte contaba con casi 40 años, es bajita y con algún kilito de más aunque durante el confinamiento no había cogido peso, tiene el culo muy redondo y bonito pero su punto fuerte son los pechos: son bastante grandes y resaltan sobre todo lo demás.
Por mi parte me llamo Jaime, contaba con 32 años aun y soy de estatura media y complexión delgada aunque la situación de pandemia había hecho que cogiera algún kilo de más debido a que ya se podía hacer deporte estaba poniéndome algo más en forma.
Entre semana Rebeca y yo nos pasábamos las mañanas y parte de la tarde trabajando, el resto ...
... de la tarde salíamos a dar una vuelta o tomar algo en alguno de los bares del pueblo, mi madre en cambio era la que llevaba más las tareas del hogar, iba a la compra y demás.
Los fines de semana se pueden resumir en descansar, acercarnos a dar una vuelta y cenar o comer en la capital de provincia y poco más, mi madre había tenido alguna aventura con algún conocido, polvo aquí y polvo allá pero poco reseñable, todo muy tranquilo hasta el momento.
De vez en cuando jugábamos los tres a cartas, una noche de sábado que no era para nada fría nos encontrábamos jugando a las cartas del UNO, después de unas cuantas partidas quise hacerlo algo más entretenido:
Jaime: ¿lo hacemos más interesante?
Rebeca y Candela: ¿de qué forma?
Jaime: Bueno, aquí fuera se está bien, podríamos hacer que el que quede el último de los tres se quite una prenda...
Ambas se miraron pero no parecía disgustarles la idea.
Candela: Por mí vale hijo pero ya sabes estas cosas como acaban...
Rebeca asintió.
Jaime: es para pasar el rato y nadie nos va a ver.
Y así era, estábamos en nuestra parcela rodeados con arizónicas de más de 3 metros.
Ambas aceptaron y empezamos nuestro "Streep UNO" particular.
La ropa que llevábamos no era mucha por la época del año: Rebeca un pantalón, tanga, camiseta y sujetador al igual que mi madre y yo un pantalón, calzoncillos y camiseta así que el ver a alguno desnudo podía llegar más o menos rápido.
Tras varias partidas yo ya me encontraba sin ...