Rosita de Olivo
Fecha: 11/11/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... me excitaba ver el movimiento de sus nalgas sobre mi pelvis. Yo se la apretaba y le daba de nalgadas mientras ella se movía bien rico.
– AHHH Luis que rico lo haces aaaahhh
– Te mueves increíble pero todavía quiero darte más.
La acosté sobre la cama y le empecé a dar de patitas al hombro, mientras la embestía suavemente, le lamia los muslos y sus pies, le levantaba las piernas por momentos formábamos una L con nuestros cuerpos, su vagina soltaba fluidos y sus gemidos llenaban el cuarto de hotel.
La puse de perrito y comencé a darle un poco duro, ella me acompañaba con movimientos de twerk, yo la tomaba de la cintura y con más fuerza se la metía.
Llegó el momento que el placer estaba a tope que la tomé del cabello y comencé a darle tremendos golpes en el trasero.
– AHHH Luiiis, Luiis, no pares aahh no pares
La tomé con más fuerza y se la di con todo, ella gritaba y decía que iba a vomitar. Yo creo que si le estaba entrando mis 20 cm completos, unos instantes después cual si fuera orina se vino sobre mi.
Sus gritos de satisfacción me excitaban mas pero a mi me faltaba para llegar. Ella se recostó sobre la cama dejando parado el trasero, se la saqué y ...
... utilizando los fluidos como aceite se la empecé a meter por el culo.
– Luisito que vas hacer?
– No preguntes y disfruta
– P…pero nunca he hecho eso antes… aahhhh!!
Se la empecé a meter poco a poco por el ano, ella gritaba y me decía que lo hiciera despacio, estaba muy estrecha. Estaba claro que esta sería la primera vez.
Obviamente no le entró toda mi verga pero aun así, yo sentía un gran placer, era el segundo anal que hacía y que mejor que con Rosita. Apretaba muy rico mi verga, sentía como rozaba con algo e incluso pensé que no aguantaría mucho y defecaría, pero no fue así.
En cambio le agarró el gusto, ella también se comenzó a mover, dios!, eso se sentía genial, los ruidos que provocábamos se oían seguro por todo el hotel.
– AAHH Que rico se siente, métemela toda paaa!
– Que culo más rico, me vas a deslechar Rosy… aaaah
– Dame tu leche bebe, damelaaa!
Ya no resistí más y me vine dentro de su ano, las vibraciones eran deliciosas, ambos gritábamos y escurríamos de satisfacción.
Terminamos acostados en la cama reposando, mientras la acariciaba y nos besábamos.
Esta no fue la última vez que lo hicimos pero les contaré más en otros relatos.