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Un regalo navideño
Fecha: 21/11/2022, Categorías: Hetero Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos
Como cada año a Ana le tocaba acompañar a sus sobrinos a realizar algunas compras navideñas. No todas evidentemente, ya que los juguetes y demás que querían sus sobrinos les correspondían a sus padres. Ellos todavía tenían edad para creer en Papá Noel y los Reyes Magos. Así que una de las paradas obligatorias era pasar por el centro comercial al que acudían todos los años, donde un orondo Papá Noel se encargaba de recoger las cartas con los deseos de todos los niños que se acercaban a verle. Ese día llegaron más tarde de lo habitual que en años anteriores. Serian como las 8 y la cola llegaba hasta las escaleras mecánicas del centro comercial que estaban bastante alejadas de dónde se encontraba la recepción de Papá Noel. Eran casi las 9 y todavía les faltaban unas veinte o veinticinco personas. Finalmente vieron algo de movimiento en la recepción. Una mujer les indicó que por hoy habían finalizado. -Mañana estaremos aquí una hora antes para que los que no han podido llegar hoy puedan entregar sus cartas mañana. Les pedimos disculpas, pero entiendan que Papá Noel es muy anciano y necesita descansar, dijo esbozando una sonrisa. Ana vio al hombre que disfrazado de Papá Noel se retiraba detrás de una carpa que habían puesto detrás del trono. Era un hombre fortachón, rellenito, con barriga vamos. Los sobrinos se pusieron un poco tristes y Ana los consoló comprándoles unas chuches y algodón de azúcar. Aunque hicieron pucheros, enseguida se les olvidó y pudieron ...
... volver a casa más tranquilos. Al día siguiente llegaron de los primeros. Ana se dio cuenta de que el hombre que hacía de Papá Noel era distinto. Debajo de esa barba blanca había un rostro que se adivinaba más joven que el del día anterior y además se notaba que estaba delgado y que llevaba una barriga postiza. Los sobrinos se sentaron en el regazo de Papá Noel cuando les llegó su turno y Ana les hizo las correspondientes fotos. Muy contentos después de entregarle sus cartas, se fueron corriendo a los brazos de su tía. Está les abrazó y les llenó de besos, cuando vio que Papá Noel le hacía un gesto para que se acercara. -Una tía tan guapa también se merece una foto conmigo y que me cuentes tus deseos para el nuevo año. Ana se acercó y se sentó en su regazo. Los sobrinos se pusieron muy contentos y se dispusieron a hacerles una foto. -Pues la verdad no sé qué decir. Ya tengo 27 años y no creo en estas cosas, tú ya sabes. -Sí, pero la ilusión no se pierde nunca. Ana se colocó mejor sobre su regazo y se dio cuenta de que al chico se le iba levantando la polla. ¿Se estaba excitando con ella? Siguieron hablando un poco más pese a la larga cola que todavía había. Claramente empalmado el Papá Noel la cambió varias veces de postura, mientras Ana no sabía dónde meterse y él se masturbaba un poco con su culo. Muy azorada se levantó y se despidió de él. -Vuelve a verme otro día, le dijo con una sonrisa. Ana se fue de allí rápido con sus sobrinos, mientras ...