Un sábado de noche - Relatos Eróticos

Un sábado de noche

Ahora mismo no se donde coño estoy… ni con quien… no es la primera vez que me ocurre y espero que tampoco la ultima pues siempre que me pasa es justo después de beber mas de la cuenta y de un buen orgasmo…

Intento girar la cabeza un poco hacia un lado para ubicarme, pero el muy cabronazo me la tiene bien sujeta entre sus manos… la gruesa polla que me llena la boca me excita tanto o mas de lo que me tranquiliza sentir el reconocible sabor de mi sexo en cada cm de su rabo…

Estoy inclinada sobre su entrepierna con mis manos apoyadas sobre sus caderas en un sitio muy oscuro… seguramente sea uno de los callejones cercanos a mi discoteca favorita… noto claramente tanto el tanga ladeado como una ligera brisa en mis pechos, señal inequívoca de que el ajustado minivestido ya no esta cumpliendo con su función de tapar de miradas indiscretas las zonas mas erógenas de mi cuerpo…

Para ser sincera, no solo no me importa, es que además la simple idea de que alguien pueda estar mirando mientras medio desnuda, un tío me folla la garganta, me pone a mil por hora… justo entonces me viene a la mente el rostro de los dos amigos que me entraron en la discoteca… intento recordar sus nombres, pero no lo consigo… después intento recordar como he llegado hasta allí… y con quien…

Me pongo a recordar mientras me esta follando la garganta…

Como siempre que vengo a esta discoteca, no guardo cola y tampoco pago… es Marcos, el jefe de seguridad de la discoteca el que siempre me hace un ...

... discreto gesto nada mas verme para que pase… siempre me dice lo mismo, que haber cuando quedamos para “repetir” mientras con poco éxito intenta magrearme el culo y todo por que me lo he tirado un par de veces… la primera porque tiene un cuerpazo impresionante… la segunda porque estaba tan pedo que no recordaba el brevísimo polvo de la primera vez…

Cuando consigo esquivar las zarpas de aquel gigantón me dirijo directamente hacia la barra del fondo ignorando a cualquiera que no sea un amigo o amiga… no tengo que pedir, los camareros y camareras me conocen de sobra y saben que siempre tomo lo mismo, Martini blanco con tequila… es fuerte y a mi me afecta bastante… suelo tomar dos o tres para coger lo que yo llamo “el puntillo”… el estado ese que me hace desinhibirme aun mas y pasármelo en grande…

Con la primera copa en la mano, derechita a la pista de baile… bueno, mas que a la pista, a la zona de los pódiums pues aquí no hay gogos propiamente dichas… los pódiums los ocupamos las chicas y chicos que como poco nos gusta llamar la atención… en mi caso no hay nada no físico que me excite mas que sentirme observada y deseada por cuantas mas miradas mejor…

A estas alturas mas de uno y de una se estarán preguntando como soy físicamente… para mi, perfecta… y mas teniendo en cuenta que la perfección no existe… de echo, no se prácticamente de ninguna chica (y de la mayoría de los chicos) que no tengan algún tipo de complejo… ejemplos… orejas de soplillo… cartucheras… pechos pequeños… ...