1. Parece una putilla cara


    Fecha: 04/12/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Estoy Silvia en el ascensor del hotel subiendo hacia la habitación que he alquilado para nuestro primer encuentro con cama y a resguardo de miradas indiscretas. La tomo de la mano para tratar de aminorar su ansiedad y nervios. Es nuestra primera vez en un sitio público donde no habría excusas posibles si alguien nos sorprende.
    
    Finalmente la puerta se abre hacia un pasillo muy iluminado, estamos en la última planta donde están las mejores suits. Tras caminar unos metros llegamos a la habitación 7D, y tras cerrar la puerta a nuestra espalda nos fundimos en un apasionad beso.
    
    Tras el regocijo inicial, salimos a la terraza para disfrutar de la vista del mar y de su brisa. Es el edificio más alto de la zona y nadie podrá descubrirnos en este nido. Ya de vuelta en la habitación puedo contemplar lo hermosa que esta mi vecina con el atuendo que ha elegido para hoy. Veraniego, bonito de corte, pero sobre todo le sienta fenomenal.
    
    La veo satisfecha con el resultado de la ropa elegida, se siente atractiva, elegante y una pizca provocativa por lo generoso del escote y la falda cortita. Mientras preparo dos copas de vino blanco fresco, le regalo los oídos con mis comentarios sobre lo bonita que está y lo mucho que me gusta verla tan animada.
    
    Ella se mueve por toda la habitación insinuante, aprovecha su curiosidad por ver todo lo que nos rodea para dejarse caer sobre un pie y el otro alternativamente para que sus caderas oscilen de forma maravillosa.
    
    Después de cada sorbo ...
    ... de la copa, me hace un mohín con los labios que me encanta. Tras unos minutos de una especie de “danza ritual de apareamiento”, se sienta en el borde de la cama y me hace señas para que vaya con ella.
    
    Tomo un paquete que tenía sobre el escritorio y se lo ofrezco a modo de regalo.
    
    - “Es para ti… aunque lo vamos a disfrutar los dos juntos”, le digo ante su cara de sorpresa.
    
    - “Tómalo cariño, es ropa… por favor, ve al baño, te lo pones y luego lo celebramos juntos”
    
    No esperaba nada parecido, la expresión de su cara me dice que le ha gustado mucho la sorpresa y que siente mucha curiosidad por ver lo que hay dentro del abultado paquete. Además, conociendo mis gustos por el juego le hace ilusión saber que pronto lo vamos a disfrutar entre los dos.
    
    - “me ha encantado la sorpresa, esto deseando de ponerme esto que has elegido para mí”, me dice contenta e ilusionada antes de irse hasta el baño para cumplir mi deseo.
    
    Me sirvo otra generosa copa de vino, me acomodo sobre la cama y mientras espero me relamo recordando cómo se me ocurrió esta aventura y lo que tengo planeado.
    
    Hace unos días mi supervisor en la oficina se desplazó desde la capital hasta el pueblo donde resido para ver como desarrollo el teletrabajo. Mi pueblo es pequeño, tranquilo y alejado, no hay ningún establecimiento hotelero, por lo que tuvo que alojarse en el hotel que hay en el pueblo cercano.
    
    El hotel ocupa las plantas superiores de un edificio muy conocido porque en la planta baja alberga un ...
«1234»