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Fantasía heroica
Fecha: 16/12/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... enormes y bovinos. Pero le disuadió de ello el emblema real que ella llevaba en el cuero de su hombrera y tatuado en diversas partes de su cuerpo, y que demostraba al servicio de quien estaba y su entrenamiento de combate. Como yo seguía oculta por la tupida capa de lana no podía saber de mi raza ni de mi sexo pero tampoco pareció gustarle el misterio y al final se sentó junto a la chimenea sobre la cabeza de un troll que hacia las veces de banco de piedra. Deduciendo por las miradas lascivas que lanzaba a los ejemplares masculinos menos vestidos que pululaban por la sala, que mis encantos no le atraerían. Decidí líbrame de la capa y pasearle mis glúteos por la cara a ver si con eso lograba sacarle de la presencia de tantos testigos. Igual esa parte de mi anatomía tan expuesta como cualquier otro culo en la sala sí sería capaz de atraer su atención. Dejé caer la capa en el banco en el que estaba sentada atrayendo así algunas miradas. Así que me levanté y me acerqué a la chimenea contoneando mi cadera en busca de fuego para mi pipa. Eso solo era una excusa, no perdía de vista al minotauro. Tuve que pasar justo por delante de él e inclinarme hacia las brasas sin doblar la rodillas. Al ver mi culo duro firme y mi ano que la fina tira de cuero no conseguía ocultar del todo, tan cerca de la chata nariz fue él quien me agarró de la cintura y me arrastró hacia el establo. No era de muchas palabras. Su acción apenas llamó la atención del resto de los parroquianos ...
... acostumbrados a ese tipo de acciones, de parejas que se retiraban buscando más intimidad. Parejas o tríos o grupos buscando un sitio para follar. Ya entre las cuadras y los caballos se arrancó el tanga y pude ver como su polla dura apuntaba al tejado de paja. Aunque le gustara el sexo masculino de cualquier raza no me había costado mucho excitarlo con mi culo respingón. Con el salvajismo que le caracterizaba pretendía follar mi ano a cuatro patas y sin mas preliminares que pasar su enorme lengua rasposa de vaca entre los cachetes de mi culo. Desde luego no era de muchas palabras. He de admitir que eso me puso lo suficientemente cachonda para lo que iba a venir. Pues se estaba recreando en comerme el ojete e incluso intentar follármelo con esa lengua enorme, áspera y dura. Me libré del sujetador para aumentar mi propio placer pellizcando mis pezones. Pero eso a mi no me convenía, lo necesitaba vulnerable, así que me giré boca arriba con la agilidad que me caracteriza. Desde luego con la fuerza no iba a ganarle. Apenas alcanzaba a rodear su enorme cuello con mis tobillos. Verme las tetas desnudas no pareció frenar su lascivia. Mientras apartaba la tira de cuero que me tapaba el ano. Cuando me la clavó bramaba como el animal que era en celo. Me follaba duro fuerte con largas embestidas que me hacían tener un orgasmo detrás de otro. Aguantaba su ritmo de macho que no ha follado en mucho tiempo hasta que se corrió. Con su lefa en mis intestinos. En ese momento una de mis ...