1. Yo, Carmen la puta (Parte 3)


    Fecha: 20/12/2022, Categorías: No Consentido Autor: Carmen Relatos, Fuente: CuentoRelatos

    ... jornada de mañana en la tienda, como de costumbre cuando nos veíamos, Jorge me recogió y me llevo hasta su casa. Allí, estuvimos hablando largo y tendido, y por primera vez, después de contarme sus intenciones, terminó follándome y dándome un billete de 50 a cambio. Después de todo aquel año, un simple polvo a cambio de ese dinero era algo que estaba dispuesta a permitir. Su propuesta, era simple. Quería que entrase a trabajar como puta ciertas jornadas en un pub de carretera, en el que estaría esperando a los clientes que acudiesen al local. Era, en apariencias externas, un bar de copas donde se ofrecían espectáculos eróticos, pero que de manera negra ofrecía a sus clientes habitaciones privadas a sus clientes en lo que disfrutar de chicas como yo. Él me prometió que todo que el dinero ganado sería para mí, y que todo seguiría de igual manera a como había sido hasta entonces. Pobre, e ingenua de mí en aquel momento.
    
    Llegó la primera noche, en la cual acudiría a aquel prostíbulo. Era un sábado por la noche, y debía de acudir a aquel lugar, local con forma de hostal a las afueras de mi pueblo, el cual anunciaba su nombre en la noche con un letrero de luces fluorescentes. Sin tener como acudir, decidí llamar a un taxi, el cual me trasladó hasta el lugar indicado. Yo salí de mi casa, vistiendo unos pantalones vaqueros corrientes, y una camiseta negra, así como una pequeña rebeca de lana para combatir el frío de aquella noche. Era una noche de lluvia, y cuando el conductor me ...
    ... dejó en la puerta, mostrándome una sonrisa que me hacía pensar que él conocía el motivo por el que me encontraba allí, corrí hacia la entrada del local, de puerta de madera blanca, a la cual llamé presionando el timbre.
    
    Enseguida, un hombre de unos cuarenta años acudió a recibirme, y abriéndome la puerta, me invitó a pasar. Era un lugar de paredes rojas completamente cubiertas de terciopelo. A la derecha del recibidor, una pequeña sala con barra de bar donde un par de hombre tomaban una bebida. Al fondo, un pasillo, iluminado con una tenue luz anaranjada, con una serie de habitaciones, aparentemente de tamaño pequeño. El hombre que me recibió, que resultó siendo el gerente del local, me condujo hasta la parte de arriba del edificio, donde además de otra serie de habitaciones, se encontraba su despacho. Allí, fumando un cigarro, y después de preguntarme mis datos, me contó las condiciones bajo las cuales trabajaría allí.
    
    Tenía que permanecer siempre en la habitación la cual me fuese asignada, trabajar a jornada completa, y atender a todos los clientes que llegaran durante mi jornada de trabajo. Empezaría esa misma noche. Los clientes no eran seleccionados, y eran ellos los que elegían con que chica quería estar al llegar al local. Debía de asegurarme, que ellos se fueran contentos con el trato recibido, e intentar de alguna forma hacer que volviesen a visitarme otro día. Eran las 12 de las noche, y yo, sin firmar nada, acepté. Acto seguido me condujo hasta la habitación ...