Un encuentro rápido con Alex - Relatos Eróticos

Un encuentro rápido con Alex

Cuando me pasa que despierto sintiéndome más nena que nunca, no me queda más que ponerme una tanga, hoy escogí una roja, me puse bra y un vestido entallado de tela strech me puse mi ropa de hombre encima y salí para el trabajo.

Como a media mañana me habló por teléfono Alejandro un amigo al que conocí por el Facebook, con el que ya había salido otras veces, me dijo “hola nena”, en cuanto oí lo de nena el día se me alegró, después de los saludos y demás me dijo “que estás haciendo”, como no tenía mucho trabajo me dijo “ven a verme a mi oficina estoy solito y podemos darle su merecido a ese culito tan rico que tienes”, imagina así como amanecí ni lo pensé le dije “en unos 20 minutos llego”.

Él salió a esperarme a la puerta del hospital donde trabaja, así que en cuanto llegué, pasó un brazo por mis hombros y nos fuimos platicando a su oficina, ni bien entramos cerró con pasador

–Para que no nos interrumpan –dijo.

Se acercó por atrás a mí y jalándome de la cadera me pegaba su verga, que para ese momento ya la tenía bien dura.

-Anda quítate esa ropa -me dijo.

Sin hacerme del rogar me quité la ropa de hombre y quedé con mi vestido azul.

–mira nada más que rica te ves hasta parece que sabias que te hablaría, y que te quiero coger.

Al tiempo que me jalaba hacia él para besarme en el cuello y subir el vestido y acariciar mis nalgas.

-anda nena, porque no me quitas el pantalón para que te comas lo que te gusta -así que le desabroche el cinturón desabotone el ...

... pantalón y lo deje caer con todo y bóxer al suelo.

–Papi tu si sabes cómo excitarme, bien que sabes que me gusta tu verga por cabezona.

Le puse un condón y me empujó de los hombros para que me pusiera de rodillas, sin detenerme a pensar, le besé los huevos, le acaricié la verga, pero no me la metía en la boca, jugué con ella, la pasaba por mi cara, la frente, los ojos, los cachetes, él me veía y me decía:

–eres una putita golosa, te ves bien pasando mi verga por toda tu cara, por eso me gusta que me vengas a visitar.

Después se la empecé a mamar, al principio solo la cabeza, y poco a poco me la fui metiendo toda, hasta que sentía la cabeza de su verga rosar mi garganta, como también quería sentir su verga en mis nalgas, me paré de espaldas a él y acerqué mis nalgas a su verga, con una mano la tomé y me la pasaba primero por una nalga, luego la otra y después por en medio, mientras él jaló la tanga a un lado y acariciaba mi ano con la yema de sus dedos, en una de esas el tomo su verga con una mano y me dijo:

–empínate ya no aguanto.

Me empiné como me dijo y auch sentí como me metió la cabeza no lo esperaba así de rápido, el culito no abrió del todo y su cabeza quedó atrapada ahí en la entrada

-anda muñeca relájate déjame entrar, yo sé bien que te gusta que la meta hasta el fondo.

-Es que me tomaste de sorpresa, no pensé que la meterías tan pronto, deja me empino más.

Y poniendo mis codos en el asiento de su silla el separo mis nalgas con sus manos y ...