Angélica quiere más
Fecha: 26/01/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Heathcliff, Fuente: CuentoRelatos
Después de la salvaje y pornográfica escena de ver a Angélica llegar con urgencia a mi casa y literal abrir su culo para mí, nos relajamos un rato, desayunamos algo con tranquilidad mientras teníamos una charla banal. Fue un pequeño intermedio para lo que seguía, después de todo teníamos el resto del día por delante.
Cruzamos la mirada y ambos sabíamos lo que se venía, me levanté y me acerqué a donde se encontraba sentada, la tomé de la cabeza y acerqué mi polla a sus labios.
-Chúpamela –fue todo lo que le dije.
Ella alzó la mirada y con sonrisa coqueta tomó mi polla con la mano derecha, la meneó un par de veces antes de introducírsela por completo. Mamaba con maestría, por los gemidos que daba y las caras que ponía era obvio que le gustaba, era una chupa pollas bastante buena. Movía la cabeza a un ritmo frenético, por ratos se separaba para admirar lo que tenía enfrente, escupía en el tronco, lo relamía y volvía a la carga llevándosela al fondo de la garganta.
-Bebé, me encanta chupar tu verga, siento como crece en mi boca, y la tienes muy rica.
Sus atenciones hacían palpitar mi polla dentro de sus labios y Angélica succionaba como loca.
-Suficiente, ven que necesito estar dentro de ti.
La tomé de los brazos, ella se colocó de espaldas a mi ofreciéndome el trasero y apoyando las manos en la mesa donde minutos antes estábamos comiendo, ahora era yo quien iba a comer, sí, pensaba comerle el culo de nuevo. Le di un azote que la hizo gemir, luego otro y ...
... otro, usaba las dos manos y alternaba los azotes en sus nalgas variando la intensidad, Angélica no se retiraba, sólo cerraba los ojos y gemía de gusto.
-Toma eso, sé que te gusta, te voy a dejar el culo rojo –un azote seguido de otro.
-Sí, sí, sí, dame más, me gusta que me azotes, que me trates como tu puta –decía aguantando estoicamente.
-Eres mi puta y te doy lo que mereces, ahora abre el culo que por eso viniste.
Angélica separó sus nalgas con fuerza dándome una vista privilegiada, y yo, en agradecimiento por su obediencia, le chupé el culo durante unos minutos. No anduve con rodeos, ni siquiera me asomé a su concha, fui directo al ojo de su culo y lo lamí múltiples veces, le escupí para lubricarlo, le metí 2 dedos de una sola vez, y cuando lo sentí más dilatado me paré detrás de ella, acerqué la punta de mi polla y se la mandé directo al fondo de su culo, si es que tenía algún fondo, empezaba a creer que no.
-Oh sí, sí, así me gusta –decía Angélica, agradecida por la nueva incursión.
-Te gusta? Te gusta bebé? –contesté mientras se la dejaba ir repetidamente.
-Me encanta, hace mucho que lo deseo, mi culo te necesita.
-Y yo necesito tu culo, lo quiero todo el día.
Angélica lejos de aguantar las embestidas, las disfrutaba. Meneaba su culo en círculos y devolvía cada pollazo que le daba. Quien la viera diría que ella buscaba empalarse sola. Abría su culo cuando le metía la polla y lo apretaba cuando intentaba sacársela. Por mi parte, la tomaba de las ...