1. No aguanté más y me la cogí en la cochera


    Fecha: 03/02/2023, Categorías: Hetero Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Ella me ha calentado en la vida como ningún otra, su manera de ser, su cuerpo y su forma de coger me traían bien pendejo, así me tenía Ivette.
    
    Y es que contarles mis encuentros con ella me hace recordar esos tiempos donde le daba verga y disfrutaba de su compañía y cuerpo.
    
    Desde que me la cogí por primera vez, no dejaba de pensar en su cuerpo y luego me la cogí en la fiesta de su novio y aunque se distancio un poco logramos arreglar las diferencias.
    
    Ivette comprendió que me traía loco y obvio aprovechaba y me calentaba más las ganas, le gustaba mucho darse a desear.
    
    Me manda fotos de ella con sus vestiditos, mallones y bikinis, y me permitía arrimarle mi verga, acariciarle las piernas y obvio sus nalguitas ricas y firmes.
    
    Era mediados de mayo y un viernes nos pusimos a tomar a fuera de mi casa, estábamos ella y yo y un par de amigos más, teníamos buena fiesta y yo no dejaba de pensar en lo rico que sería cogérmela ya que traía un mayon amarillito que dejaba ver su tanga y aunque traía suéter su escote se notaba magnifico.
    
    Pero también dudaba, ya que después de casi violarla en la fiesta sé que no sería sencillo que me dejase acercarme para algo más, pero aun así no dejaba de pensarlo.
    
    Al pasar el rato ella me dijo que la dejara pasar al baño, en la casa tengo un baño en la cochera así que abrí la puerta y entré con ella, mientras ella hacia su necesidad yo no dejaba de fantasear con darle mi verga, luchaba contra mis instintos, pero el alcohol me ...
    ... domino y la esperé en la puerta así que en cuanto ella salió la detuve.
    
    T: ¡Oye espera!
    
    I: ¿Qué pasó?
    
    T: ¡Ya no aguanto más!
    
    I: ¿De qué hablas?
    
    Me acerqué lentamente a ella, que solo me miraba, la abrace con suavidad y la comencé a besar, ella no me alejó, al contrario, también respondió el beso.
    
    Yo sin perder tiempo comencé a acariciarle las nalgas ricas y ella se me pegaba más, le besaba su cuello y ella el mío, me puse calientísimo que sin pensarlo comencé a meterle mano por debajo de la calza.
    
    I: ¿Qué haces?
    
    T: Te deseo, ¡que rica te ves!
    
    En un acto de aceleración, comencé a bajarle su calza hasta abajo, ella no hizo nada solo cerro sus ojos y me permito seguir.
    
    Le besaba sus ricas piernas, ella me permitía eso, al tocarle su vagina me di cuenta que estaba húmeda, así que sin decir más comencé a hacerle sexo oral, metía y sacaba mi lengua, jugaba con su clítoris y lamía sus ingles.
    
    Ella se aguantaba los gemidos ya que afuera estaban los amigos, entre el alcohol y que estaba vulnerable terminó dejándome gozar su pucha.
    
    I: ¿Qué haces? ¡Nos van a escuchar!
    
    T: No me importa, tenía ganas de ti, ¡me tenías todo jarioso Y ganoso de ti!
    
    Disfrute de su rica pucha tragando sus fluidos y metiéndole mis dedos, apretando su clítoris y dándole ricas mordidas, pero como sabía que tenía tiempo contado pase a lo siguiente.
    
    Me bajé el pantalón y la trusa, ella me miró, no dijo nada y se bajó a chupármela.
    
    Daba una rica mamada, yo le apretaba la ...
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