Sexo en las trincheras - Relatos Eróticos

Sexo en las trincheras

el relato que voy a efectuar fue verdad pues hoy soy oficial en retiro de los marines propiamente de las fuerzas especiales que combatimos en vietnam, alli no solo se presento combate tambien se tuvo mucho sexo, para el año 1968 tenia yo 25 años y me habia graduado como oficial en la academia militar de West Point localizada en Nueva York, alli fuimos formados como los mejores oficiales de carrera, pero cuando llegamos a Saigon todo eso cambio, enero de 1968, fui asignado a la base conocida como LADY BIRD, en cuyo lugar me fue entregada la compañia delta, esa misma tarde reuni a mi equipo y entre ellos se encontraba una enfermera muy hermosa que se llamaba TRICIA, era de unos 19 años, delgada y de un bello culo pero de pechos muy chicos, yo me describo como un hombre de 180 contextura delgada y con buena fibra por aquello de los cuatro años en la escuela militar, una vez di las instrucciones me retire a mi camarote por decir algo pues realmente lo que se tenia era una litera de campaña, pero mi tienda por ser de oficial no era compartida, siendo las once de la noche entro de manera sigilosa la enfermera a mi tienda y se sento a mi lado, teniente quiero hablar con usted, yo le respondi, que pasa, es que vi como me miro usted en la formacion y se que le guste, a lo cual le respondi esta usted muy equivocada y se retira inmediatamente de mi camarote y mañana le reporto esta situacion al mando, pero mi sorpresa fue mayor a lo que mis ojos veian, sin decir una sola palabra ...

... desenfundo un revolver y me apunto me ordeno desvestirme yo no podia creer lo que me estaba pasando en mi primera noche como oficial de la infaneria de marina de los EEUU, en aquel lejano pais del sureste asiatico, al ver sus ojos supe que no estaba hablando en broma, me ordeno que me tirara en la litera boca abajo, completamente desnudo, pense esta mujer esta loca, la afecto la guerra, una vez me amarro a los lados de la litera abrio mis piernas y tambienlas sujeto, sabia de nudos pues me ato con esos nudos que no te permiten moverte pues i lo haces mas te aprietan, luego me amordazo con cinta y empeso a pasarme un afilado cuchilo por mi espalda, juro que fue lo mas aterrador que pude sentir, pero la guerra alli en mi litera apenas habia comenzado, pues cuando se puso de frente a mi quede atonito, mis sustos iban de menor a mayor, pues lo siguiente que vio de la enfermera TRICIA fue al momento de quitarse su pantalon verde oliva fue una gran verga como de 18 centimetros, es decir no era una mujer de verdad era un chico con una grande y tiesa verga, sin decir palabra predio una vela y empezo a dejarme caer en los testiculos goteras de parafina y cada una era como una llamarada que me incendiaba sin poder gritar y como lo anote cada movimiento brussco me apretaba mas las cuerdas, luego sin previo aviso clavo el cuchillo en mi gluteo causandome un gran dolor, pero inmediatamente me tapo la herida con parafina causandome doble dolor, se me acerco y me susurro al oido, teniente le voy a ...