1. mi esposa, un amigo y yo


    Fecha: 20/06/2018, Categorías: Anal Sexo en Grupo Autor: ilrelatore, Fuente: xHamster

    ... era a mi amigo corriéndose dentro de la boca de mi mujer y a ella, tragándose toda su leche.La verdad es que no tuve que esperar mucho, pues mi amigo estaba que no podía más. Le vi como empezó a resoplar y echándose hacia delante hasta tocar con su barbilla el vientre de mi mujer y sin dejar de meter y sacar la polla de su boca, se corrió dentro de ella. Mientras él se vaciaba en su boca, ella le agarro la polla con la mano derecha y empezó a meneársela, como haciendo que disfrutase mas de esa corrida que estaba teniendo. También veía, como mi mujer, se tragaba cada pistoletazo de semen que le inundaba la boca.Mientras mi amigo se corría dentro de la boca de mi mujer, yo empecé a bombearla todo lo rápido y fuerte que podía, pues quería que ella se corriese. Quería que ella tuviese un orgasmo con la polla y el semen de mi amigo dentro de su boca y mi polla bombeando su coñito y lo logre. Le hice tener a mi mujer un orgasmo que como me dijo más tarde, fue maravilloso. Mientras se corría no dejaba de chupar la poya de mi amigo y el semen que tenía en su boca le salía por la comisura de los labios corriéndole por la cara. La ostia de verdad. Verlo era la reostia. Cuando vi que mi mujer había terminado de correrse, me separe de ella y apartando a mí amigo, pues aun después de correrse seguía con su polla dentro de la boca de ella, le dije.- Ahora me toca a mí correrme en su boca. Me coloque detrás de ella y lo mismo que había hecho mi amigo empecé a restregarle la poya por la ...
    ... cara. Ella al sentirla me la agarró y empezó a mamármela como sabe que más me gusta. Media polla dentro de la boca y con la lengua acariciándola. No tarde ni un minuto en correrme yo también dentro de su boca. A medida que me corría, ella se iba tragando todo lo que le soltaba y no paro de chupármela hasta que quedo flácida y muerta.La verdad es que a pesar del polvazo que le habíamos echado a mi mujer y viendo que con la borrachera que tenía podíamos hacer con ella lo que quisiésemos, sin gran oposición por su parte, me vino la idea de hacer algo que nunca me había dejado hacer, que no era otra cosa que follarla por el culo y además ,me apetecía ver a mi amigo dándole por el culete también.Pero antes, tanto él como yo, necesitábamos algún respiro para que nuestros aparatos de follar volviesen a funcionar correctamente y a la vez, no podía dejar que mi mujer se enfriase, por lo que abriendo un cajoncito de su mesilla de noche saqué un consolador que la volvía loca. Era un cilindro de unos veinticinco cm. de largo y tendría como cuatro de diámetro. Hacia la mitad tenía en su interior como unas bolitas. Dándole al interruptor el aparato se pone a vibrar y la punta se mueve haciendo unos giros circulares.Con el aparto así funcionando, empecé a restregarlo a lo largo del coñito de mi mujer lubricándolo con los flujos que empapaban su más que enrojecido coño. Una vez que lo tuve bien lubrificado, se lo empecé a introducir lentamente hasta que solo quedaba fuera la empuñadura. Se lo ...
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