1. El encargo


    Fecha: 11/03/2023, Categorías: Voyerismo Autor: Demian1558, Fuente: CuentoRelatos

    ... todo me calentaba, que había venido en la bici y me había pajeado con el asiento, que el otro día me había dejado apoyar en el colectivo por un tipo y había acabado. Nunca te pasó a vos? -Le pregunté.
    
    Lo pensó un rato, me pareció que se había acordado de alguna cosa, pero lo que me contó se notó que fue otra, ella también había tenido unos meses que se pajeaba con cualquier cosa, se refregaba la concha contra los muebles, y una vez también había acabado en la bici.
    
    Todo esto lo charlábamos mientras nos probábamos la ropa, a partir de que Julia se había dado cuenta de mi calentura noté que de vez en cuando lanzaba alguna mirada furtiva a mi entrepierna, y yo apropósito trataba de mostrársela lo más que podía, inclusive le comenté que lo que más me calentaba era sentirme así mojada.
    
    J: Pero siempre acabás tanto?
    
    M: Que vos no te mojabas así cuando te cogías los muebles -le dije con una sonrisa pícara.
    
    Se ve que volvió a pensar en lo otro, lo que se le había ocurrido contarme primero.
    
    J: Con los muebles no tanto…
    
    M: Ah, sí, y con qué si te mojas así? -le pregunté mostrándole ahora la bombacha pero estirándola bien para que se me marcaran los labios de la concha
    
    J: No mejor no te cuento porque te vas a enojar -me dijo sonriendo sin sacarme los ojos de la concha.
    
    Me acerqué y le pellizqué el culo.
    
    M: Que te vas a hacer a estrecha conmigo, que es lo que no le podés contar a tu mejor amiga?
    
    Ella se quiso zafar y saltó por sobre la sobre la cama, yo ...
    ... la perseguía y la seguía pellizcando.
    
    M: Pensando en eso que no me querés contar, te pajeabas contra los muebles? -Se puso colorada, pero no me contestó.
    
    Imaginate, Julia estaba con el vestido a medio poner por la cintura y sin bombacha, vos sabés que ella es tan flaca como yo, lo único que tiene un poco más de tetas y el vestido le había quedado trabado en las lolas, o sea que estaba en concha, yo no podía alcanzarla porque el enterito me lo había subido recién hasta los muslos casi a la altura de la bombacha y tenía las tetas al aire. Corríamos alrededor de la cama y en una de esas la logré agarrarla del vestido y la hice caer en la cama y yo encima, le sostuve las dos muñecas contra el colchón y le trabé sus piernas con las mías y empecé a interrogarla.
    
    M: Que era lo que te calentaba para pajearte? Te querés coger a Pablo? Andás caliente con alguien que yo conozco y no me querés decir? Porque crees que me voy a enojar si me lo contas? Imaginate Pablito la escena, a cada pregunta yo le apretaba mi bombacha empapada contra su concha desnuda. Mirá como la tengo ahora. Pablo, porque no abrimos las piernas los dos y me acercás la pija así me la puedo refregar la cabeza un poquito, pero sin metérmela, eh? Que todavía falta lo mejor!
    
    P: Dale guacha apurate que estoy a mil, y a ella la notabas caliente?
    
    M: Lo único que podía notar de calentura era la manera de mirarme, y la respuesta de su concha a cada arremetida mía, le seguí insistiendo: Dale decime que fue lo que ...