Suicidio - Relatos Eróticos

Suicidio

... tomándonos más de una copa. Lo cual fue soltándonos un poco, por el alcohol que teníamos en el cuerpo. Le comento lo rico que era su perfume y color de labios, a lo que sonrió tímidamente. Me dice que se ira a su habitación que ha sido un día muy largo y se encontraba cansada. Pensé que era la última oportunidad que tenía, y cuando se despidió le voltee la cara y le robe un beso. Ella se fue sin decir nada, pensé que se había enojado así que pague la cuenta y me fui a mi habitación, pensando lo guapa que era muy nueva amiga.

Me tendí en la cama y no podía conciliar el sueño, debido a la excitación que tenía. Pensaba en ese escote y tremendo culo, pero lo más excitante eran esos carnosos labios. Pasaron unos 25 minutos en donde solo pensaba en ella y cambia la televisión para encontrar algo que me desviara mis pensamientos. Cuando golpean la puerta, como estaba en un hotel, solo la abrí, sin preguntar nada, y era ella que se abalanza sobre mí y me comienza a besar apasionadamente, sin dejarme reaccionar, a lo que le respondí cerré la puerta la tire sobre la cama, y lentamente comencé a desnudarla primero su top, ya venía sin sostén así que quedaron al descubierto sus senos besé y dormí apasionadamente mientras ella desabrochaba mi pantalón y sacaba con fuerza mi pene erecto, que ya estaba que explotaba. Bese su abdomen y desabroche su jeans ella se lo saco rápidamente ya que estaba muy excitada. Así lo comprobé cuando puse mi lengua en su clítoris lleno de jugos vaginales. ...

... Hazme tuya me pedía, si no me hubiese robado el beso en el bar, esto no estaría pasando. Llevo 8 años casada y nunca había sido infiel, pero me encantas me excitaba oírte hablar de tus hijos, algo extraño. Ponga mi verga en la entrada de su vagina y la empujo con fuerza, entra con facilidad por la mojada que estaba, pero estaba apretada, la tiene muchos más gruesa que mi marido mi dice, mientras llega a su primer orgasmo, sigue no te detengas. Hagamos un 69 me pide a lo accedí, su concha llena de jugas era exquisita, depilada y lo mamaba como toda un profesional, estuve a punto de irme varias veces pero me aguantaba, le metía los dedos por el ano buscando dilatarla, aunque al principio le molestaba, después me dejo hacerlo, me vengo grito y me lleno la cara y boca de sus calientes jugos. Y vi cómo se abrió su ano en ese instante, la puse en cuatro y la penetre violentamente. Huy que rico lo que me estaba perdiendo me decía sigue así. Yo no aguantaba más pero quería ir en su boca y cara. Así que la saque y pedí que la chupara, a los pocos minutos su boca, cara y senos estaban llenos de mi leche la cual seguí saliendo sin parar.

Fue una noche espectacular, ella se quedó a dormir conmigo, no quería irse a su habitación. Al amanecer nos duchamos juntos nuevamente lo hicimos varias veces bajo la ducha.

A los minutos se vistió y volvió a su habitación, la vez siguiente que la vi, fue para indicarme el asiento del tren que me correspondería para retomar mi viaje. No tengo nada ...