1. Inflando Globos


    Fecha: 18/03/2023, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Con Tami nos hicimos amigas desde la primera clase en la facultad. Más que amigas, carne y uña. Reúnen todas las condiciones para ser socias siempre. Incluyendo el negocio secreto que le voy a proponer a Tamara compartir mientras toman un café. Hasta ahora se trataba de un curro secreto, le digo a Tami. Super, le recalco. Y le explico a Tamara lo que deberá hacer.
    
    Apenas entre al depto del cincuentón del sexto, Tamara se sentará en el sillón. A su lado encontrará una caja con los globos. Lo único que tiene que hacer es ir inflándolos, uno por uno. A medida que los infle, los tendrá que tirar al aire. El hombre permanecerá sentado en otro sillón, contemplándola. No trasuntará ninguna emoción. Que no piense en nada malo porque lo que le pide nada tiene de malo. Simplemente paga para que se siente ahí, infle los globos y, finalizada la tarea, cobre lo pactado y se vaya. Lo que hace no tiene nada de sucio ni de pecaminoso. Puede que el hombre sea un rarito, pero con su rareza no jode a nadie. Por el contrario, es un señor. Todo un caballero. Amable, educado, elegante. Apena que no tenga una mujer. Andá a saber por qué está solo.
    
    Tami piensa. No sabe si agarrar.
    
    Hace como un año que lo hago, le cuento a Tamara. Y nunca tuve rollo. Pero el otro día el encargado me vio salir de su departamento, y seguro que lo cuenta. Si se llegan a enterar mis viejos que tengo una transa con el veterano del sexto se va a armar bardo.
    
    Por eso necesita que necesito que Tami me cubra ...
    ... por un tiempo. El hombre paga bien. No te vas arrepentir.
    
    ¿Me tengo que vestir de colegiala? pregunta Coco.
    
    Para nada, así como estás, con la mini y las zapatillas estás muy bien.
    
    Tami toca portero, sube en el ascensor. Tiene las manos frías y húmedas. El corazón le late atropellado. La puerta del depto está entreabierta. Se reprocha haber agarrado viaje en este asunto sin haber pensado en las consecuencias. Tal vez el tipo no se sobrepasó con Tamara porque son vecinos del edificio.
    
    Tamara entra. La única luz proviene de la ventana que da a la calle. Ve el sillón con la caja. Hay otro sillón enfrentado, a unos metros. Un living con muebles de los cincuenta, sin personalidad. Huele a desodorante de ambientes. El hombre tarda en aparecer. Un tipo canoso, de lentes, de traje y corbata, los zapatos lustrados.
    
    Buenas tardes, la saluda. Y camina hacia la puerta, la cierra. Después va hacia la ventana, baja la persiana pero no del todo. Tamara y el hombre quedan en una semipenumbra.
    
    Buenas tardes, repite Tami. Y empieza a decir que Tamara le explicó que. El hombre la interrumpe: Supongo que si usted está acá es porque está al tanto de todo. Es muy sencillo.
    
    Tami asiente. Se ubica en el sillón. No debió venir con la mini, se dice. Debió venir con un jean. Si se hubiera puesto un jean se sentiría más protegida.
    
    El hombre se acomoda en el sillón enfrentado, se cruza de piernas, la mira. La mira y espera.
    
    Tami saca un globo y empieza a inflarlo. El hombre, ...
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