1. Tomás, tú sí que me la sabes meter


    Fecha: 21/03/2023, Categorías: Confesiones Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    Al final, aquel sábado por la tarde me hallaba sola en el cocktail del museo, ninguna de mis amigas había podido venir y yo me encontraba delante de aquel enorme lienzo, contemplando el colorido o mejor dicho la ausencia de color de aquella pintura cuando me pareció ver a una cara conocía, alguien que me sorprendió ver allí y con quien no me quería encontrarme, era Tomás, realmente no me apetecía verle, nunca me cayó bien y sé que yo a él tampoco, la única relación que nos unió en la universidad era que Cesar el novio que tuve era su mejor amigo y de hecho Tomás fue el culpable de que me dejara, bueno, seré justa porque la culpa fue de los dos, ya que no sé cómo paso, pero nos acostamos a pesar de caernos tan mal.
    
    Con todos esos precedentes como se comprenderá no me hacía ni pizca de gracia cruzarme con él y esperaba que a él le pasara lo mismo, llevábamos ya casi tres años sin vernos y esperaba que fueran muchos más. Al principio todo iba bien, sabía que me había visto porque le vi mirándome y al igual que yo me estaba evitando, pero la mala suerte dio que nos encontráramos de cara yendo al baño, una conversación corta, poco más de un hola un adiós, nos despedimos y ya está.
    
    A la salida del evento estaba diluviando, estábamos a finales del mes de octubre y ya empezaba hacer frío en Valencia, llevaba puesto un vestido rojo corto por encima de la rodilla, unas medias negras no muy oscuras, botines de medio tacón y una chupa de cuero negra, realmente estaba muy ...
    ... guapa.
    
    No suelo maquillarme mucho, pero la verdad que para esos eventos me suelo arreglar más de lo normal, mi melena rubia recogida con un moño, unos polvitos mágicos como yo los llamo para dejar mi cara uniforme tapando algunos poros y granitos malvados, dándole después un poco de brillo y de color a mis pómulos, una raya perfecta con mi eyeliner, un poco de sombra de ojos, un toque para alargar un poco mis pestañas, mis labios y mis uñas pintadas de un rojo pasión y la transformación había terminado, estando realmente preciosa, como complemente un pequeño bolso de mano pero… sin paguas.
    
    Mi casa estaba a tres manzanas del museo con lo no me hizo falta el coche y fui andando, la gente se empezaba agolpar en la puerta pidiendo taxis y una voz conocida me susurro por detrás.
    
    - Lara, ¿necesitas que te lleve a casa?, mi paraguas está a la disposición de la chica más bonita de la ciudad. – Menudo zalamero que estaba hecho Tomás, pero la verdad que me venía bien su ayuda así, que aunque con no pocos reparos acepte la invitación y le conteste en plan de broma.
    
    - ¡OH!, gracias mi gentil caballero, le agradezco el gesto tan amable que tiene con esta pobre damisela en apuros. – No sé por qué le conteste así, supongo que me salió, el caso que le arranque una sonrisa y después la mía.
    
    -Pues siendo así, presto estoy para acompañarla a mi dama y a donde quiera usted mi señora, puesto que no hay colinas altas, ni valles profundos que me impidan que lleve a mi dama sana y salva. –me ...
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