Disfrutando de la polla de mi hermano (III)
Fecha: 01/04/2023,
Categorías:
Incesto
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
Ya en la biblioteca, no podía dejar de pensar más que en aquel viaje en metro, aunque me había acercado al baño para limpiarme un poco seguía sintiendo el semen en mi tanga, su olor en todo mi sexo, me imaginaba como mi hermano me daba placer allí mismo y volvía a despertar para meterme de lleno en el estudio hasta que nuevamente, me descubría chupándome los dedos que previamente habían metido en mi vagina, no podía estudiar estaba totalmente descentrada, solo pensaba que pasaran las horas para volver a casa junto a mi hermano, mi amor prohibido.
Serían las tres de la tarde, prácticamente estaba yo sola en la biblioteca, todo el mundo se había ido a comer cuando apareció mi hermano.
-Hola, que tal vas Eva, me dejas que me siente.
-Ssshuu no se puede hablar tan alto. -Le respondí yo.
Le miraba con los ojos entornados y el ceño fruncido, me alegraba que estuviera allí pero no sabía qué hacía en la biblioteca, le veía mirar nervioso de un lado y a otro de la biblioteca, sabía que algo le pasaba que alguna cosa le rondaba por la cabeza y no sabía cómo decírmelo, le conocía tan bien.
-Que pasa Alberto, que me quieres decir. -Le pregunté dejando el bolígrafo encima de la mesa mientras le miraba.
-Pues… -No arrancaba y me empezaba a poner nerviosa.
-¡Pero dime joder que me estás asustando! -Le volví a preguntar.
-Joder Eva... pues… que después de esta mañana... no he podido pensar en otra cosa más que volverte a... -Le corté poniéndole mi mano en sus labios ...
... para que se callara.
-Alberto, dame 5 minutos y te subes a la tercera planta, busca el pasillo 4L, al final encontrarás unas escaleras con una puerta al fondo, súbelas y entra, habrá dos pasillos, coge el de la derecha, al fondo habrá otra puerta que pone mantenimiento, estará abierta, tú entra. -Me levanté de la mesa sin decir nada más, estaba loca, hacia las cosas sin pensar y me encantaba.
A los cinco minutos mi hermano entro en aquel pasillo estrecho iluminado solamente por una pequeña ventana al fondo, era la última planta de la biblioteca donde poca o nadie subía y menos en ese pasillo, encontró la puerta y entro, era un cuarto de mantenimiento muy estrecho con unas estanterías a un lado, una mesa destartalada al otro, una gran ventana presidía aquel ridículo habitáculo iluminándolo, el sol pegaba de frente y mi hermano al entrar cegado por el sol solo vio la silueta de una mujer casi desnuda junto a la mesa, era yo que me había quitado el vestido y estaba en esos momentos quitándome el sujetador, la cara de mi hermano reflejaba una gran sorpresa.
-Ven mi vida, pasa y cierra la puerta con llave, remata lo que empezaste esta mañana.
No hizo falta decir más, nos separaban no más de tres metros y cuando llego a mí ya estaba prácticamente desnudo, empezó abrazarme y a besarme por todo el cuerpo, sus manos apretaban con fuerza mi culo hacia él, notaba su polla como nunca, estaba muy excitado y me encantaba verle así, me manoseaba bruscamente, me estaba poniendo ...