El Pakistaní
Fecha: 16/04/2023,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Eran aproximadamente las 4 de una calida tarde de verano. Por fin, después de varios meses me dirijía de vuelta a casa. La estancia había hecho larga, sobretodo el último mes, el cual me pareció interminable. Había pasado una agradable estancia de intercambio pero ya empezaba a echar en falta a mis amistades. El viaje de vuelta había sido agotador, pero por suerte ya veía la puerta de mi casa. Busqué rápidamente las llaves en mi bolso y abrí la puerta. Cargué las maletas como pude en el ascensor y me dispuse a subir hacia mi apartamento. Nunca había sentido tal felicidad al entrar allí. Coloqué las maletas a un lado, y me senté en el sofá. No se escuchaba nada, solo una tranquilidad abrumadora. Se notaba que mi compañera de piso estaba en el trabajo. Yo no había comido todavía, por lo que me dirijí a la nevera a buscar algo. Por desgracia para mí, no había absolutamente nada. Era consciente de que mi querida compañera nunca había sido muy dada a hacer ciertas tareas como era ir a hacer la compra, pero no imaginé que sería hasta este extremo.
Era domingo, por lo que todos los supermercados estaban cerrados y siendo casi las 5 de la tarde difícilmente iba a encontrar un restaurante con la cocina abierta todavía, así que decidí ir un par de calles mas abajo donde había un supermercado de esos abiertos 24 horas, regentado por un señor originario de Pakistán. Ese establecimiento llevaba ahí toda la vida, siempre había sido "la vieja confiable" de mi barrio. Ideal para cuando ...
... te faltaban un par de ingredientes mientras estabas cocinando, para vendernos alcohol a mi y a mis amigos cuando teníamos 15 años, o incluso algun que otro cigarrillo que te daba el señor discretamente cuando ya te conocía.
Me dirigí al local y entré. Miré hacia la caja con la intención de saludar al amable señor, pero cuál fue mi sorpresa que no era él precisamente quien estaba ahí. Un chico de no mas de 25 años, me miró, me saludó y acto seguido me sonrió. Debo reconocer que a simple vista me pareció un chico guapísimo. Lucía una camiseta blanca y ajustada a su cuerpo atlético, la cual resaltaba más su tono de piel bronceado. Tenía el pelo lacio, muy oscuro y brillante y una barba de unos 3 dias perfectamente cuidada. Le devolví la sonrisa y entré al supermercado. Al ir a pagar, le pregunté al chico por el señor de toda la vida. Me dijo que era su padre y que por motivos familiares se encontraba en su país, por lo que él y su hermano estaban a cargo del negocio. Estuvimos charlando un rato, el chico era muy simpático. Intercambiamos un par de miradas y acto seguido metió mi compra en una bolsa, y me la dió mientras me sonreía. Tenía unos dientes perfectamente alineados, perfectos y muy blancos.
Durante esa noche, no puede evitar pensar en él, en su cuerpo, su cara, su sonrisa... No me lo quitaba de la cabeza, pues cada vez que le imaginaba un intenso calor invadía todo mi cuerpo, teniendo cada vez mas ganas de que sus manos me acariciasen, de juguetear con su lengua en ...