Una historia de sexo (VII - Fin): Y por fin el amor
Fecha: 29/04/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
Era domingo, serían las 8 de la mañana cuando el móvil me despertó, yo seguía en el baño vestida y acurrucada dentro de la bañera con la puerta cerrada por dentro, era el único sitio de aquella espantosa casa donde me sentía segura cuando todo se calmó, cuando la orgía finalizo recogí rápidamente en silencio parte de mi ropa y la metí en mi bolsa de viaje cogí mi bolso mi móvil y me encerré en el baño.
El móvil volvía a sonar una vez más, en la pantalla aparecía el nombre de Antonio y me apresuré a cogerlo, sin que pudiera decirme nada le pedía, le rogaba que me viniera a buscar, él me decía que ya estaba allí solo tenía que salir y montarme en el coche, al principio no le creía, tenía el miedo metido en el cuerpo y estaba paralizada, Antonio me hablaba con una voz pausada y suave, calmándome poco a poco y me explico que había oído hace una hora un mensaje mío, un mensaje que le asusto y se apresuró en venir a buscarme a donde le estaba indicando, empecé a estar aliviada abrí la puerta con cuidado y salí corriendo a la calle.
Salí como alma que lleva el diablo de aquella casa, solamente con lo puesto y las pocas cosa que metí en mi bolsa dejándome prácticamente toda la ropa, Antonio me esperaba en la calle y me abrace a él rodeándolo con mis brazos, hacía tiempo que no me sentía tan segura, de camino a casa acariciaba mi mano continuamente intento averiguar lo que me había sucedido pero yo estaba como ida y demasiado cansada así que se calló y me dejo ...
... descansar.
Cuando llegamos a Madrid le pedí por favor que me llevara mejor a un hotel, no quería ni subir a mi casa, pensaría que estaba loca pero arranco el coche sin preguntar y cerré nuevamente los ojos, Antonio me despertó cuando llegamos a una casa de campo, me estaba ofreciendo quedarme en su casa todo el tiempo que necesitase.
Estábamos en un pueblo a pocos kilómetros de Madrid, era una casa de piedra muy bonita con un jardín precioso, Antonio tenía una perra de dos meses color canela que era una verdadera delicia y que saltaba a mi alrededor a cada paso, fue la primera en sacarme una sonrisa.
Nada más llegar quise ducharme y él antes de nada me ofreció una toalla, un bóxer y una camiseta suya para cambiarme, al salir de la ducha simplemente me tumbé en el sofá cerré los ojos y me dormí, lo último que recuerdo antes de caer en un largo sueño fue verle a mi lado, mirándome con cariño, apartando el pelo de la cara y besarme en la frente, recuerdo haberle oído decir que ya estaba a salvo y que no iba a permitir que nadie me hiciera daño jamás.
Antonio me despertó a eso de las siete de la tarde, me había dejado dormir toda el día, me había preparado algo para comer lo que devore en un momento, realmente me sentía segura con él, al día siguiente llame a mi trabajo para coger las dos semanas de vacaciones que todavía me debían del año pasado y que habían quedado en dármelas ahora, quería descansar, reflexionar, quedarme con él y recuperándome del trauma que me había supuesto aquel ...