La oficina - Relatos Eróticos

La oficina

... me gusta.La penetró con intensidad con mis dedos y la azotó con más fuerza.Me detengo, con ambas manos le abro al máximo su vagina y le hundo mi lengua lo más profundo que puedo.Parece disfrutar y sin sacarla, busco su punto g con mi dedo corazón mientras con la otra mano masturbo su clítoris.Su respiración, sus gemidos son cada vez más fuertes y se va a correr… Si! Si! Si! Lo hace, sus flujos me inundan y saboreo su miel.Esta derrotada sobre la mesa con el culo en pompa, esta es la mía para aprovecharme.Me bajo los pantalones, agarró mi polla y empiezo a jugar con ella.Le doy unos golpes a sus nalgas con mi miembro y se la paso por su raja de arriba abajo.La coloco entre su culo y con una mano en cada cachete cierro con mi polla entre medias para masturbarme como si me hiciera una cubana con su trasero.Ella se deja, continúa agotada. Entonces agarró mi pene y vuelvo a recorrer su entrepierna.Pongo mi glande sobre su clítoris y la masturbo ligeramente con el. Ella se retuerce todavía sensible pero le gusta.Encaró mi polla para penetrarla y le meto ligeramente la punta.Ella se excita y parece pedir que la penetre hasta el fondo. Pero me niego ...

... todavía.Vuelvo a azotarla con mi polla, y a recorrer su entrepierna. Ella se excita, se masturba.Agarró la base de mi pene y cuando estoy pasándola por encima de su ano la sorprendo y empujó suavemente.Ella se sobresalta y grita. No se si de susto o de placer.Sin llegar a metérsela, repito con un par de embestidas.Ella se agarra sus nalgas y se abre para que la penetre.Pero se la meto por su coño hambriento. Solo el glande, meto y saco, meto y saco, ella pide más. Cada vez mas excitada.Es entonces cuando le pellizco el culo, me agarro a su cintura y se la meto hasta el fondo con fuerza.Comienzo a penetrarla empujando fuerte mientras ella se agarra a su culo.La imagen es brutal, ella abriendo su culito sobre la mesa de su oficina. Estoy a punto de correrme.Cuando estamos a punto de explotar la sorprendo, saco mi polla y meto la punta en su ano de una arremetida, haciéndola gritar.Yo me corro! Lo hago dentro suyo, mientras ella se estremece entre dolor y placer, a la vez que nota mis chorros calientes en su interior.Caigo rendido sobre ella. Los dos sobre la mesa de la oficina, goteando fluidos, saciando nuestro apetito.Ay! Quiero ser oficinista!