Violada
Fecha: 24/06/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: femmefatale969, Fuente: CuentoRelatos
En cuanto giré la llave me di cuenta de mi error. Sin embargo no pude hacer nada, un violento empujón me lanzó contra la puerta del comedor, mientras dos hombres se abalanzaban sobre mí. No pude hacer nada y en un instante me habían atado las manos a la espalda.
Oí ruido en las escaleras y grité a Alicia que no bajase, que se escondiese, que hiciera lo que sea. Pero era inútil, la única salida de la casa estaba bloqueada por esos dos tipos que habían cerrado la puerta con llave.
- Vamos, me dijeron, que nos vamos a divertir.
- No tenemos dinero, si es lo que buscáis.
- Venga pimpollo. Sabes de sobra lo que buscamos. Queremos hembra y arriba la tenemos. Vamos a ver cómo está el mercado hoy.
Me empujaron escaleras arriba. Cuando llegamos a la planta alta, otros dos hombres tenían sujeta a Alicia que me miraba con desesperación.
- Tranquila mi amor, no va a pasar nada, le dije.
Ella tenía puestas unas medias negras, con unas bragas de encaje y una liviana blusa que dejaban intuir rápidamente el vaivén de sus tetas. Los tacones, su cara pintada, le daban un aspecto tremendamente excitante. A veces hacíamos estas pequeñas fiestas particulares, ella se vestía para mí con ropa sexy, bailábamos, jugábamos y terminábamos haciendo el amor como dos animales en celo.
Cuando el que parecía el jefecillo la vio, dijo:
- Joder, que bien, si parece que nos estabas esperando. Así me gusta, que te vistas de zorra para nosotros.
Y cogiéndola por la cintura apretó ...
... su paquete contra el culo de Alicia. Ella se giró y le dio una bofetada en la cara a la vez que yo gritaba, - déjala en paz cacho cabrón. Intenté lanzarme contra él, pero dos de ellos se lanzaron contra mí, tirándome al suelo y empezando a propinarme un sinfín de golpes, de los que sólo me pude defender encogiéndome sobre mí mismo.
- Dejadlo ya, que lo vais a matar. Quiero que vea cómo nos follamos a su mujer. A ver si aprende cómo se da placer a una jaca como esta.
Se volvió a acercar a ella y comenzó a manosearla, el culo, la tripa, las tetas. Ella se resistía, pero la fuerza de ese hombre era tremenda, además el cuarto tipo, que hasta ese momento se había mantenido al margen se acercó a Alicia y la sujetó los brazos en la espalda, de manera que poco podía hacer.
Los otros dos me cogieron del suelo y me ataron a la barandilla de la escalera, de manera que pudiese ver bien todo el espectáculo. Me dolía todo el cuerpo y apenas si pude gemir cuando apretaron con fuerza las muñecas con esa cuerda que me estaba destrozando.
Los cuatro comenzaron a manosear a Alicia, a chuparla, a meterla la lengua en la boca. Cuanto Alicia más se resistía, más fieros se ponían ellos. Parecía que, en esa ceremonia de la violencia, su excitación aumentaba a la par que ella trataba de defenderse. La polla de uno de ellos empezó a buscar el coño de Alicia, mientras los otros la sujetaban sobre la mesa. La penetró de dos empujones y los gritos de Alicia fueron acallados por otra polla que ...