Algo que nunca imaginé hacer
Fecha: 02/05/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: qeexy_hotmail, Fuente: CuentoRelatos
... tanto deseé en ese momento oler, acariciar, chupar, beber, disfrutar... Tanta era su indiferencia que dejé de tener esas fantasías con ella.
Tres o cuatro meses después, llegué a mi casa después de trabajar a eso de las 5 de la tarde y vi que como otras veces estaba el carrito con el hijo de Bea en nuestra casa y su hijo dormidito. Vi la puerta del baño cerrada por lo que imaginé que estaba mi pareja allí.
Fui a la habitación a buscar a mi pareja, dejar las cosas y ponerme más cómodo, pero cuando abrí la puerta de la habitación me encontré a Bea en la cama con las piernas abiertas y masturbándose. Me quedé paralizado, cortado y si saber qué hacer.
Ella también se asustó, cerro las piernas y se encogió avergonzada. Son de esos momentos de ¡tierra trágame! en los que uno no sabe si salir corriendo o quedarse petrificado.
Dado que es la hermana de mi pareja e iba a seguir viéndola muy a menudo mi reacción fue la de intentar normalizar la situación para que ella se sintiera al menos… menos mal. Pensé que tratando la situación como dos personas adultas y entendiendo ambos que todos necesitamos sexo y todos nos masturbamos cuando nos apetece disfrutar, la situación se traduciría simplemente en la vergüenza de cuando ves a alguien sentado en la taza del váter.
Recuerdo lo que le dije como si fuera ayer…:
-“Bea no te preocupes, es una cosa natural, una necesidad básica incluso. Yo también me toco a veces y no hay de que avergonzarse, así que por favor no te sientas ...
... mal. Por mi parte está olvidado”
Iba a cerrar la puerta y ella dijo:
-“Espera si realmente quieres que no me sienta mal. Estoy de acuerdo contigo en que es una necesidad y algo natural, pero tú me has visto a mí en esta situación y yo a ti no, por lo que me siento en desventaja frente a ti y cada vez que te vea no podré evitar pensarlo.
-No puedo evitar haberte visto y no sé cómo arreglarlo. No creí que hubiese nadie en mi habitación y no puedo tampoco borrarme la memoria.
- Me da vergüenza decirte esto y quizá aún empeore más las cosas…
-Bea, si hay alguna cosa que te haga sentir mejor, te prometo que lo haré.
-Creo que lo más justo es que yo también te vea masturbarte como tú me viste a mí para que estemos en igualdad de condiciones cuando nos volvamos a ver y ninguno sienta esa desventaja.
-Bea. Dime que necesitas que haga, y lo haré.
Tras decir esto parece que hubo un antes y un después. Ella volvió a tumbarse boca arriba con las piernas abiertas y con un control absoluto de la situación y me dijo con voz firme:
-Quiero que desnudes y te toques lentamente mientras yo te miro.
-¿Y si viene Marisol?
-No te preocupes, acaba de irse a la peluquería y tardará al menos 2 horas. Como comprenderás yo tampoco quiero que nos vea así.
Me desnudé completamente y ella me dijo, “quédate de pie, quiero verte bien” y empezó a tocarse de nuevo mientras me miraba completamente empalmado delante de ella. Yo empecé también a tocarme allí, de pie mirándola. ...