Anal en su casa
Fecha: 03/05/2023,
Categorías:
Anal
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... como la primera vez, apretadita, jugosa, de esas vaginas perfectas para el sexo.
Tomándola de las piernas aumente mis movimientos mientras nos besábamos pasionalmente, su lengua y la mía se entrelazaban para acompañar mis penetraciones, le besaba su cuello, le mordía los pezones y babeaba su pecho, que rico era estar ahí en ella.
I: ¡Así bebe dámela rico!
T: ¡Tómala hermosa me encantas!
¡La puse en cuatro y comencé a besar sus firmes nalgas, dándole nalgadas y pequeñas mordidas, ella reclinándose sobre el brazo del sofá gemía riquísimo!
La pena que tenía ya no estaba, su hermosos cuerpo y rico sexo me habían ayudado a superar mi mal rato y nuevamente estaba duro como siempre lo estoy.
I: ¡Que rico! dámela toda! Si, así, ¡no pares!
T: ¡Si mi amor!, uhm, ¡como me hacía falta tu coño!
¡Apoyándome en sus caderas empecé a embestirla fuerte, tenerla en esa posición me encantaba, la tomé del cabello y con violencia se la dejaba ir bruscamente! ¡Ella gemía y me pedía más y más moviendo sus caderas al ritmo de mis movimientos!
I: ¡Así amor que rico!
T: ¡Que nalgas! ¡Estas buenísima!
I: ¡Me vengo, uhm, que rico, me vengo!!
T: ¡Si mi amor yo también!
I: ¡Lléname de ti, dame tu leche, la quiero!
T: ¡Si mi amor! Tómala, tómala!
Ambos nos venimos juntos ¡uf! Era maravilloso como se mezclaban nuestros fluidos y con nuestros movimientos el orgasmo era maravilloso, llenarla de semen era mi locura.
Nos quedamos recostados en el sofá unos ...
... minutos, nos besábamos y ella me pidió que la llevara a la cama, ¡el segundo round empezaría en minutos!
¡Ya desnudos totalmente ella con sus ricos pies comenzó a masturbarme, uf! Era riquísima esa sensación, ¡lo mejor que había sentido y es que sus pies me enloquecían! ¡Después de juguetear mi verga con sus ricos pies se lanzó a mamármela!
Que ricas mamadas me daba, succionaba toda mi verga hasta podía sentir su garganta, ¡uf era la mejor mamando!
T: ¡que rico! ¡Mamela así nena no pares!
I: ¡Deliciosa verga!
T: ¡Devórala corazón!
I: Me encanta como gozas, ¡uhm!!
Ella tragaba mi carne mientras yo tomándola de su cabeza prácticamente le follaba la boca, algo que ella disfrutaba mucho.
¡Dejo de mamármela solo para comenzar a cabalgarme parecía licuadora triturando mi pene! ¡Era lo más rico ver como sus tetas rebotaban y yo con mis manos apretándolas fuertemente! ¡Ella gemía y me miraba sonriendo, yo no dejaba de acariciarle sus nalgas y sus piernas! ¡Siempre me habían gustado demasiado sus piernas y por eso no me cansaba de apretarlas y recorrerlas una y otra vez!
T: ¡Que rico nena muévete más, muévete rico!
I: ¡Que dura la tienes! ¡Me encanta tan jovencito y que rico lo haces! ¡Eres de lo mejor que me ha penetrado!
T: ¡Mamacita me vuelves loco!
Ella se puso en cuclillas y se dejaba caer a sobre mi verga dura y húmeda, sin sacarla se dio vuelta dejándome ver su espalda, la cual arañe con fiereza y también jale su cabello hasta casi tirarle unos ...