Putachas nalgonas (Cap. 3) - Relatos Eróticos

Putachas nalgonas (Cap. 3)

Esa noche las nuevas nalgonas se desempeñaron lo mejor posible, ya que prácticamente solo unos cuantos días atrás se habían iniciado en este nuevo mundo que es la sumisión, respeto y sobre todo mucha humildad ante un ser por lógica infinitamente superior a ellas, por lo tanto no acatar o no cumplir una de las ordenes cabalmente sería motivo para ser ganadoras a un castigo ejemplar, con esa nueva mentalidad de las PUTAS no se permitieron derramar una sola gota de esa tan preciada leche que los clientes les proporcionaban, sin importar que el cliente para atender fuer hombre o mujer, lo importante era cubrirla cuota establecida.

Las nalgonas trabajaron como cada noche, pero esa ocasión las perras tenían la idea fija de proponer a su dueña la posibilidad de agrandar aún más el número de PUTAS a sus pies. Las horas pasaban y el momento de entregar el dinero recaudado de la noche anterior se acercaba. Llegó el momento en que pasaran a recoger a las nalgonas y ser llevadas al reino para postrarse ante su dueña, besarle los pies adorándolos para terminar entregando las ganancias recolectadas esa noche que recién terminaba.

Su Alteza esperaba que sus nalgonas come polla se retiraran a sus jaulas después de una larga noche de intenso trabajo, sin embargo se mantuvieron postradas y con la cabeza gacha, y después de suplicar permiso de hablar y ser concedido, las nalgonas sin atreveré a levantar la cabeza del suelo y con voz poco audible dijeron a su Ama que se les había ...

... ocurrido agrandar el número de perras al servicio de su Alteza como si fuera una colmena donde su Alteza era la abeja reina y sus esclavas serían sus zánganos dispuestos a todo.

Su Alteza les permitió continuar con la explicación ya que aparentaba ser una buena contribución al reino y al mismo tiempo una muestra de querer mejorar su desempeño en su nueva manera de vivir siendo útiles por primera vez en sus vidas. Las PUTAS sintieron satisfacción por haber logrado la atención del Ama y le agradecieron la oportunidad besándole los pies con mucha devoción y entrega.

Las nalgonas esa mañana se sentían satisfechas por haber logrado llevar a cabo un proyecto que tenían en mente y conseguir la aprobación de su Majestad. Lo que hicieron ni ellas mismas se imaginaron que sucediera alguna vez desde que llegaron a los pies de su reina; en vez de dirigirse a sus encierros y descansar para poder trabajar otra vez en la noche, prefirieron prescindir de él y así poder emprender la búsqueda de las nuevas reclutas para que su Ama viera que realmente estaban agradecidas por darles esa manera de ver la vida y que jamás se les ocurrió siquiera poder tener.

Al ser un número considerable de nalgonas decidieron separarse en grupos y así ganar tiempo para reclutar nuevas estúpidas y como dije la idea era someter al resto de su familia y amigas, de esa manera sería más sencillo el reclutamiento para después dirigirse a ponerse su atuendo y salir a trabajar. Algunas fueron a casa de algunas amigas ...