Con mi enfermera y mi doctora
Fecha: 16/05/2023,
Categorías:
Sexo oral
Autor: alessandro, Fuente: RelatosEróticos
Me llamo Alessandro y tengo 34 años, vivo en la CdMX, mi relato es verídico y me sucedió hace unos años. Lo adapte para que sea entendible para ustedes. Espero lo disfruten.
-Pase por aquí por favor-me dijo la enfermera.
-gracias, señorita-
-Tome asiento, en seguida vendrá la doctora, mientras vaya quitándose el pantalón y póngase esta bata-me dijo entregándome una bata blanca de manicomio.
Mi problema era que tenía una pequeña inflamación en la ingle, quizás una roncha infectada, es molesta y me dolía. Quizás nada de cuidado.
Me quedo embobado con la visión de la enfermera, una mujer hermosa, morena y de baja estatura con un culazo alucinante, un cabello lacio muy largo y unos senos muy suculentos. Trato de concentrarme en vestirme y desviar la atención de mis pensamientos lujuriosos, esta divina pero que se le puede hacer, tengo novia y supongo que ella tiene novio, con ese cuerpo que tiene no pasa desapercibida en ningún lado.
-Descúbrase por favor para poder rasurarlo- me dijo. Tan solo escucharla decir eso me puso muy nervioso.
Me puse se pie y ella se agacho frente a mí. Mi mente volaba y la veía, ella me miraba desde abajo y sonreía, lo hacia despacio y mi cuerpo empezó a responder. Entonces comenzó a tocar mi pierna con sus dedos, trataba de ver hacia adelante, pero ¿desperdiciar el momento?, no, para nada. Tome una posición dominante y la observaba, ella coqueteaba abriendo su boca para sonreír. Me abrí la bata y mi verga se notaba por el bóxer ...
... ya erecta, seguía viéndome hacia arriba y viendo mi paquete, sonreía.
-Abi, ¿ya está listo el paciente? - grito la doctora desde la habitación de al lado.
-No doctora, aun me falta sacar bastante, se ve que tiene mucho que sacar- me veía hacia arriba y reía.
-Avísame si necesitas ayuda, ya quiero atenderlo.
-¡Claro doctora!- decía en un tono muy sensual.
Se acerco casi hasta oler mi paquete, comenzó a bajarme el bóxer. - ¿Qué hace? -
-Tranquilo- bajo mi ropa interior haciendo saltar mi polla hacia su cara, sonrió y saco la lengua, observándome toco la punta de mi verga dejando un hilo de saliva colgando, volvió a tocar con su lengua y recogió ese hilo con la boca, la observaba como si fuera un helado el cual no sabia por dónde empezar a lamer. Saco un almohadón de un cajón cercano y se hinco para estar más cómoda. Abrió la boca lo mas que pudo y metió toda mi verga hasta el fondo de su garganta simulando que se ahogaba, ¡agg!,!agaaga!. La saco y la escupió, volvió a meterla toda hasta la garganta.
-¡Abiii!, ¿ya está listo el paciente? - grito la doctora
Dejo de succionar rápidamente y grito. - ¡El paciente sigue muy tenso, deme un minuto doctora, en seguida termino! -
-Avísame si necesitas ayuda, date prisa.
Comenzó a chupármela, la metía hasta adentro, succionaba mis jugos y se notaba a través de su mejilla, jugueteaba con mi falo, la restregaba por toda su boca, mamaba y succionaba con fuerza y a veces suave haciendo un sonido de ¡mmm!, ¡agg!, ...