1. Cuckold (1): Una experiencia humillante


    Fecha: 16/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... sacó la remera. A pesar de ser delgado, tenía un físico admirable, tipo nadador: su cintura delgada y sus hombros anchos hacían que la parte superior de su cuerpo fuera casi triangular, y su abdomen era plano y marcado.
    
    Se sentó en el borde del sofá, apoyó la mano sobre las piernas de mi chica, y frotó con vehemencia, hasta meterse debajo del vestido. Entonces vi cómo la mano se movía, masajeando el culo desnudo de Camila.
    
    Ella no esperó a que Santiago desabroche el pantalón, sino que lo hizo por él. Su boca se abrió, como asombrada, cuando vio el bulto enorme. Luego le bajó el bóxer. Una poderosa pija venosa quedó frente a ella, a centímetros de sus labios.
    
    Tomás le levantó el vestido. Las nalgas de Camila quedaron expuestas. Le dio un beso en el culo. Santiago apoyó una mano sobre la cabeza de ella, y empujó.
    
    Camila, al tiempo que se aferraba a ese tronco grueso, abrió la boca. La verga entró lentamente. Vi con claridad cómo la lengua de mi novia, hecha agua, daba el primer lengüetazo al glande. Santiago gimió. Camila lo masturbaba mientras se la chupaba. Él cerró los ojos y arqueó la espalda, embriagado de placer.
    
    No necesitaba verlo para saber que le estaba pasando bien. Si mi novia tenía un talento, era saber chupar una verga. Lo estaba haciendo igual a como me lo hacía a mí. Primero frotó con vehemencia la cabeza, llenándola de saliva. Luego se la tragó casi entera, y después de nuevo en la cabeza, generando ese placer tan intenso que es difícil de ...
    ... soportar por mucho tiempo. Santiago tenía los testículos tan frondosos como su rostro. Ella los masajeaba mientras se llevaba una y otra vez la verga de aquel tipo que acababa de conocer a la boca.
    
    Mientras tanto Tomás le comía el culo. Estaba en una posición en la que me permitía ver todo con lujo de detalle. Su lengua se metió entre las nalgas de Cami, y frotó el ano con ella. Por momentos Camila paraba de mamársela al otro, para girar y observar cómo el otro le devoraba el orto. Supongo que era una imagen que quería guardar de recuerdo.
    
    Pero Santiago enseguida la llamaba para que continúe con su tarea, a lo que ella acudía sin chistar.
    
    Tomás se desnudó por completo. Agarró un preservativo que guardaba en su pantalón. Se subió al sofá y se puso encima de ella.
    
    —No te la cojas hasta que te lo pida. —dijo Santiago.
    
    Tomás esperó con su larga y delgada verga. Camila me miró y luego susurró.
    
    —Cogeme.
    
    —Pedíselo por favor. —Ordenó Santiago.
    
    —Cogeme por favor. —Exclamó ella en voz alta.
    
    Tomás se acomodó y le enterró la verga. Cami gimió, y Santiago aprovechó para meterle de nuevo la pija en la boca.
    
    Me sorprendió lo hábil que era mi novia. Tomás la ensartaba con potencia, pero ella no se separaba de la pija del otro, y no paraba de estrujarla y lamerla. De apoco, su mirada de chica de clase media, bien educada, y de una familia chapada a la antigua, era reemplazada por una cara de viciosa adicta al semen.
    
    No sé cuánto tiempo estuvieron cogiendo frente a ...
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