1. Un trío con mi jefe y su esposa


    Fecha: 24/05/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: doctor_morbo, Fuente: CuentoRelatos

    Llevábamos dos meses viéndonos (es decir, cogiéndonos) cuando él, González, mi jefe durante el día y mi amante dos veces a la semana, me propuso una cena en su casa. Yo sabía que era casado, su esposa había venido un par de veces al restaurant y se instalaba como una reina en su despacho. Era una pelirroja bastante mona, de esas que no pasan desapercibidas en ninguna parte: melena rizada, ojos verde aceituna y un trasero que podía quitar el aliento a más de uno. Además, tenía cara de pocos amigos, lo que me hizo presagiar que la invitación no terminaría nada bien.
    
    –Pasá, pasá. Tatiana, ella es Maribel, mi mujer. Maribel, ella es Tatiana, la chica de la que te hablé.
    
    ¡Qué! ¿Le había hablado de mí? ¿Era en serio? Hubiese agradecido que al menos me dijese qué mentiras le había contado. Cenamos sin grandes contratiempos, Maribel demostró ser muy agradable, sus gestos desbordaban una extraña sensualidad. Me pregunté qué podía haber visto en González (a pesar de que éramos amantes, no conseguía llamarlo por el nombre, Teodoro). Tenía algo de barriga y hacía bastante que había empezado a perder el pelo. Lo único de interesante era su pene, gordo y largo que me hacía gozar como nadie.
    
    –¿Así que ustedes son amantes? –soltó Maribel al regresar con una bandeja con tres destornilladores.
    
    La miré intentando descifrar si adivinaba o buscaba corroborar lo que hacía tiempo sabía. A su lado, González bebía con toda la tranquilidad del mundo.
    
    –Las dejo solas, chicas. Voy al ...
    ... baño.
    
    Y quedamos frente a frente, los enormes ojos verdes de Maribel me escrutaban, se detenían en mis labios que intentaban coordinar una respuesta.
    
    –Teo es un depredador, no te preocupes. Tampoco quiero que me contestes.
    
    –Mirá, Maribel –balbucee. Yo…
    
    –¿Sabés para qué te invitó? ¿Al menos, te lo dijo?
    
    Negué con la cabeza, como una colegiala tímida.
    
    –Quiere que hagamos un trío. El gran hombre, su esposa cornuda y la amante. ¿Qué te parece?
    
    –No sé. Que está loco, que es un degenerado, un desubicado, un…
    
    –¿Qué te parece?
    
    Entonces comprendí que la pregunta no era retórica. Sus ojos verdes destellaban y la sonrisa en sus labios empezaba a calentarme. Miró en dirección a donde supuse estaría el baño y se sentó junto a mí. Sentí su aliento caliente en mi cara. Posó una mano en mi muslo y me miró a los ojos.
    
    –A mi me parecería muy bien –ronroneó agitando la melena color zanahoria.
    
    Una estela de perfume me envolvió como un hechizo. Mis labios debieron abrirse para aspirarlo porque Maribel se acercó y me besó. Su lengua caliente y suave buscó la mía, navegó por mi boca en un beso del que no me creía capaz con otra mujer. Me eché hacia atrás y nos besamos con pasión, nuestras lenguas jugaban mientras sus manos me recorrían las tetas, me desabrochaban la blusa, tanteaban mis pezones endurecidos.
    
    –Me gustan estas tetas. Ni muy grandes ni muy chicas. Discretas, elegantes.
    
    Las besó, lamió las aureolas, mordisqueó los pezones, las apretó contra su ...
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