Aquella tarde con mi tía Isabel
Fecha: 26/05/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos
... emocionado, nervioso, sudando, por lo que estaba sucediendo y vamos ni hablar de mi erección que ya era mucha para ese momento.
Acaricie su espalda y suavemente le desabroche el brasier a lo que en un principio me quiso poner un alto ahí, le dije que confiara en mí, que yo sabía lo que hacía, bueno veremos qué sabes hacer me dijo, con un tono muy atrevido, un tanto pícaro diría yo, eso me dio más confianza y seguí avanzando con las caricias.
Bajaba sobre su espalda y me fui hasta sus piernas por encima de su culo y por encima de la falda que llevaba puesta. En ese momento ella intento coger mis manos y me pregunto qué estaba pasando.
-Cálmate tía, todo está bajo control -le dije yo y en seguida le acaricie la espalda.
-uhm que bueno, o que bien se siente esto, no sabía que tenías buenas manos para los masajes, uhm que rico -me decía ella mientras yo seguía acariciando su espalda.
-Ya ves tía sé lo que hago.
Le metí la mano al culo pero esta vez ya por debajo de la falda, y le acaricie las nalgas con todo el morbo que tenía encima, las apreté fuerte y hasta un beso le di en cada cachete, ella un poco sorprendida, se volteó y me dijo:
-¡que pasa! Que acabas de hacer muchacho.
Yo le dije que era parte de la terapia.
-ah bueno -me dijo ella- ¡pensé me estabas metiendo mano a lo bestia! ja ja ja.
-No tía como crees -le dije- Espera que me quito esto –comente.
Me pare y me quede en pelotas como ella estaba boca abajo no me veía pero me ...
... preguntaba qué estaba haciendo.
-Nada tía ya estoy contigo en breve.
Me tiré sobre ella desnudo a lo que ahí si no pudo más y se volteó completamente y se sorprendió al verme desnudo sobre ella.
-Pero qué te pasa muchacho ahora si te pasaste -me dijo.
A lo que yo rápidamente le llene de besos la boca, nos besamos y nuestras lenguas se entrelazaron. Que besos me daba mi tía era muy buena en eso, me dejaba sin aliento, yo le bese el cuello y baje a sus pechos, los besaba sin dejar de jugar con mi lengüita sobre sus pezones que ya empezaban a hincharse como dos pelotas, me tenía muy excitado, le metí mano por debajo de su falda y le tocaba su vagina por encima de su braga, ella hábilmente me agarraba la verga completamente dura y no dejaba de menearla con su mano, la frotaba como haciéndome una paja y no dejaba de dar gemidos de placer.
Me le tire a su vagina y le moví la braga a un costado para poder saborear aquella vagina que seguro hace mucho rato no recibe una buena polla, que delicia de vagina, estaba fresquita y yo me la estaba comiendo, ella gemía y se retorcía de placer en seguida note como se humedecía de tanto gusto. “Ohhh que rico me comes el coño querido, sigue así no pares”.
Me levante y le puse mi verga en su boca a ver que sabía hacer con esa lenquita. “Vamos tía chúpamela” le dije y de una se la trago, que golosa que era, la quería meter toda en su boca, la quería literalmente arrancar de mi cuerpo. Se la puse entre tus tetas y me hizo una pequeña ...