2003 AVentura sonidera
Fecha: 26/06/2018,
Categorías:
Anal
Primera Vez
Hardcore,
Autor: sonidero, Fuente: xHamster
... tranquilidad, retomó el vaivén de sus caderas con auténtica pasión.Poco a poco ese ritmo alocado, permitió que mi sexo deambulara libre en su interior. La muchacha poseída por un salvaje frenesí, me pidió que no tuviese cuidado. Haciendo caso, usé sus pechos como apoyo y acelerando mis penetraciones, la cabalgué como si fuera una potra. Ella, totalmente descompuesta, gimió su placer e incorporándose me pidió que la castigara. Comprendí lo que deseaba y acercando mi boca a su hombro, lo mordí con fuerza. Su grito de dolor no me importó y clavando mis dientes en su carne, forcé su espalda mientras mis dedos acariciaban su excitado clítoris-¡Qué maravilla!- suspiró al sentir que lentamente mi extensión iba rellenado su conducto mientras la masturbaba con la mano.No me lo podía creer esa zorra estaba disfrutando y retorciéndose como una anguila, me rogó que la follara sin compasión diciendo:-¡Mi culo está acostumbrado!-Su confesión abolió todos mis reparos y forzando mi penetración al máximo, me puse a disfrutar bestialmente de la entrada trasera de esa mujer. Sabiendo que no iba a lastimarla, usé, gocé y exploté esa maravilla con largas y profundas estocadas. Mi vecina se contagió de mi calentura y apoyándose en los azulejos de la ducha, gritó que no parara. Pero fue al cogerme de sus pechos para acelerar mis embestidas, cuando llegó a mis oídos su orgasmo. Aullandocomo una perra se corrió por enésima vez pero lejos de estar satisfecha me reclamó que siguiera.Temiendo no estar a ...
... su altura, comprendí que debía ser todavía más salvaje y por eso azotando duramente su trasero, me reí de ella diciendo:-¡Guarra! ¡Mueve el culo! -Al oir Merceditas a su vecino reclamándole su poca pasión, aceleró el movimiento de sus caderas mientras no dejaba de gemir con cada penetración con la que forzaba su esfínter. La violencia de mi asalto hizo que sus brazos se doblaran y centímetro a centímetro fui acercando su cara a la pared, hasta que aprisionada tuvo que soportar que el frio de las baldosas contra la su piel de sus mejillas mientras se derretía por el duro trato. Casi sin respiración, me imploró que la dejara descansar. Su rendición me sonó a gloria bendita y negándome a hacerla caso, le grité:-¡Puta! ¿Primero me provocas y ahora me pides que pare? ¡No pienso hacerlo -Que le recriminara su comportamiento, le sacó de sus casillas y haciendo un esfuerzo sobrehumano, levantó su trasero para facilitar mis penetraciones. Para aquel entonces, era tal el flujo que manaba de su sexo que cada vez que la base de mi pene chocaba contra sus nalgas, salpicaba en todas direcciones.-¡Córrete dentro de mí! ¡Por favor!- suspiró casi sollozando.Aunque deseaba seguir dándole por culo, el cúmulo de sensaciones pudo mas y descargando mi semilla en su interior, me corrí mientras le pellizcaba con dureza uno de sus pezones.-Ahh- chilló al sentirlo.Satisfecho y exhausto, seguí bombeando en sus intestinos hasta que ordeñé mi miembro por entero y entonces, la besé. Fue un beso tierno de ...