Novia sádica, novio cornudo, el cupón
Fecha: 12/06/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos
... nada por recuperarlo. Ella no lo abría, acomodaba su silla cerca de él para que ambos pudieran leerlo.
“Cupón válido por una mamada” leían básicamente al mismo tiempo, ella se echaba a reír nerviosa y se ponía tan roja como el pequeño papel, él reía nervioso esperando.
Mariana: este puede ser muy divertido… - decía y él reía nervioso esperando más – tan divertido como tú quieras de hecho… – agregaba perversamente.
Luis: ¡explícame! Jajaja – demandaba riendo.
Ella le explicaba un poco, no del todo, lo suficiente para mantenerlo divertido, él preguntaba ansioso, emocionado, la idea si que parecía divertida.
Luis: entonces… ¿tú me lo das mañana? – preguntaba ansioso.
Mariana: ajam
Luis: y tendrá instrucciones precisas… - decía intentando dejar claro que había entendido
Mariana: sip – decía alegre
Luis: bien – decía él besándola apasionadamente, sabía que ella ocultaba información, pero eso lo hacía más emocionante
Se entregaron y tuvieron ese intenso sexo que habían tenido ese último mes y medio. Él pasaba la noche ahí, cuando se fue por la mañana ella le decía que por la tarde tendría el mentado cupón, él reía y se iba corriendo a clases.
Ella se tomó su tiempo diseñando el cupón en su laptop, no tenía formación profesional de diseñadora, pero terminó contenta con el resultado mientras lo imprimía en una hoja de papel estucado brillante blanco. Esa clase de papel blanco satinado sin poros, plásticoso al tacto, que se usa para hacer revistas ...
... de actualidad o flyers. El cupón ocupaba una sección de la hoja solamente, ella reía nerviosa mientras recortaba el cupón que tenía el tamaño aproximado de un billete de 20 pesos, casi grande, rectangular. Lo dejaba perfectamente recortado sin una sola esquina chueca, ni un solo borde chueco.
Por el frente, “Cupón valido por una mamada”, sin comillas, las letras perfectamente alineadas al centro, muy negras y lo suficientemente grandes como para que la frase cupiera en una sola hilera a lo largo del billete, ocupando todo el ancho. Debajo de la frase, emojis, la ya clásica berenjena apuntando hacia la derecha con la punta, seguido de unas gotas de agua y al final un emoji de monito babeando. Ella reía viendo orgullosa su creación recién impresa, detrás, venían varios apartados con letras más pequeñas, muchos asteriscos, explicando las “condiciones legales” del cupón.
Cuando vio a su novio por la tarde él estaba con algunos amigos, ella le extendió el pervertido cupón discretamente para que el pudiera tomarlo sin que los demás lo vieran, y si alguien lo notó, nadie dijo nada. Él lo veía curiosamente y reía discretamente al ver las enormes letras negras que anunciaban la recompensa y no pudo evitar reír genuinamente cuando notó los emojis, le apretó el culo y se besaron.
Luis estaba en su casa después de su aburrido trabajo y la universidad, el día terminaba, leía obsesivamente las condiciones intentando encontrar “huecos legales” en el absurdo cupón e intentando ...