Los 25 lametazos antes de metérmela
Fecha: 13/06/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... Marcos, la verdad que era un tío genial, como buen sevillano y sin querer hacer un tópico de esto, no paraba de contar chistes, de inventarse historias realmente graciosas y yo no podía parar de reír.
Las once de la noche y ya estábamos solos los dos en el salón, sentados el uno junto al otro mirando como ardía la leña, me había pasado con las copas y sabía que si me tomaba una más caería redonda, ya que estaba en ese punto de risa tonta, pero todavía controlando, quizás algunas de mis palabras se deslizaban por mi boca como patinando, lo que hacía que Marcos empezara a reírse arrastrándome a mí con él, estaba totalmente desinhibida cuando Marcos que estaba más o menos como yo me dio un beso en los labios a los que yo respondí con alguno más.
Los dos estábamos besándonos en el salón sin pensar en lo que estábamos haciendo debido al alcohol que llevábamos en el cuerpo, unos besos suaves, juntando nuestros labios, mirándonos con deseo, unos besos que a los pocos minutos se convirtieron de apasionados, buscando su legua en el interior de su boca y viceversa, después de los besos vinieron los manoseos por todo el cuerpo, sus manos me recorrían entera desde mi larga melena, mis senos, mis muslos, hasta apretar con su mano mi sexo haciéndome temblar.
Aunque estábamos solos en el salón y decidimos irnos a un sitio más discreto, así que nos levantamos y después de coger mi bolso y seguimos besándonos y magreándonos por el pasillo hasta llegar al ascensor, al abrirse las ...
... puertas me empotro contar el cristal sobándome los pechos y subiéndome la ropa que llevaba puesta que no era poca. Sus manos sobre mis pechos desnudos apretándolos con fuerza y metiéndose en su boca mis pezones lamiéndolos, excitándolos más de lo que ya estaban, su pelvis apretaba la mía con fuerza y notaba su polla tremendamente dura queriendo romper tanto sus pantalones como los míos, mi vulva recibía aquellos roces con deseo, mojando mis bragas, prácticamente encharcándolas de mis fluidos.
Levanté la pierna izquierda rodeando su cuerpo, ahora sus roces los sentía más intensos, sus besos sobre mi cuello, llegamos jadeando hasta el último piso cuando se abrieron las puertas y las luces de los pasillos se iban encendiendo al nuestro paso, prácticamente íbamos limpiando las paredes con mi espalda, sus embestidas sobre mi vulva cada vez más duras hacían que pequeños gemidos salieran de mi garganta, deseando que no parara o quizás que lo dejara, estaba un poco mareada, desinhibida por el alcohol, pero aun sabía quién era Marcos y sabía que aquello estaba mal y sabía que él no iba a parar.
Al llevar a su puerta, empecé apartarme de él, a decirle que parara poniéndole las manos por delante como barrera y apartándole.
-Para Marcos, para no sigas por favor.
-No te gusta Lara
-Si claro que me gusta y ese es el problema Marcos, que me gusta.
-Entonces qué problema hay
-Tu mujer, mi hermana, tus hijos, quieres que siga, joder Marcos, que estamos haciendo.
-Tienes ...