1. Aquel hombre quince años menor que yo (Parte II)


    Fecha: 17/06/2023, Categorías: Infidelidad Autor: canicula, Fuente: CuentoRelatos

    ... comenzamos a besarnos apasionadamente.
    
    Él aprovechó en tocarme mis glúteos y senos, me daba tremendos agasajos con sus manos mientras nuestros labios se comían entre sí. Era algo muy hermoso y especial, también muy erótico, pues era un efecto electrizante que me hacía sentir muy bien.
    
    Y fue entonces que paso algo que no me hubiera imaginado haber hecho, algo en mi interior hizo que me dieran ganas de besarle su miembro viril, una necesidad muy interna, algo muy intenso que sencillamente brotó de mi ser, les juro que él no me lo pidió, recuerdo que solita me hinqué enfrente de él, y comencé a desabrochar su pantalón de mezclilla, para ese entonces él ya tenía una erección, su pene estaba totalmente erguido, recuerdo que se inclinaba a mi derecha, y con mi mano lo sujeté y lo lleve a mi boca con ansias locas, como si fuera une medicina que me hiciera falta para sobrevivir.
    
    Si, nunca pensé que besaría y chuparía con gran intensidad un pene que no era el de mi esposo, recuerdo que me lo quería comer a bocanadas, se lo chupaba con una intensidad muy grande, como si su miembro viril fuera una fuente de agua y yo no hubiera bebido el vital líquido en siglos. Sí, me estaba tragando una vare de carne sin miedo ni prejuicios, un falo que no era el de mi esposo, y lo estaba disfrutando mágicamente. Con mi lengua recorría la cabeza de su pene, besaba su tronco, y me sumergía bebiendo de su tranca con una fe que nunca tuve. Sí, yo, una mujer casada, estaba besando y chupando una ...
    ... macana de carne que no le pertenecía a mi esposo. Lo hacía intensamente mientras mi esposo me esperaba en casa, y yo no quería despegarme de aquel acto.
    
    Se lo estaría mamando por unos 5 o 6 minutos, cuando aquel hombre joven me pidió que dejará de hacerlo porque quería penetrarme, en el fondo y mi intensidad ruborizaban por esta proposición, pero el tiempo y el factor de estar en un lugar donde nos podían ver me ponía muy nerviosa, le dije que no, que nos podían ver, que no era el mejor lugar para tener intimidad, y le dije que mejor nos fuéramos, el me seguía insistiendo, confieso que en el fondo lo anhelaba pero sabía que se podría complicar si seguíamos.
    
    Y él me colocó por delante de él, dándole la espalda, e intentó rápidamente bajarme la falda, yo se lo impedía, diciéndole que mejor nos fuéramos, que aquí no era el mejor lugar, pero él seguía insistiendo, juro que lo deseaba con todas mis fuerzas, pero tenía que negarme, y justo cuando pensé no me iba a rogar más, intentó bajarme por última vez mi vestimenta, y no opuse resistencia, sí, yo una mujer casada, acababa de otorgarle una visa para que intimara conmigo, para que me hiciera suya, yo, una mujer casada, que nunca había sido infiel, ahora estaba dándole el regalo más sagrado que tengo a un joven quince años menor que yo, recuerdo que me incliné un poco, y él me sujetó con sus manos mi cintura, recuerdo que si dudarlo una de mis manos fue en busca de su pene para encaminarlo a mi vagina, yo solita le ponía los ...