1. Necesidad de ti


    Fecha: 19/06/2023, Categorías: Hetero Autor: Mal, Fuente: CuentoRelatos

    ... tiempo de dejo ir y recibí todo su delicioso final y lo trague y disfrute cada gota de mi trabajo bien hecho y le dije “gracias por tu deliciosa leche, quiero más pero ahora dentro de mi vagina”.
    
    Él me toma de los brazos y me levanta de fuerzas y me pone de espaldas sobre la mesa, me pone una pierna arriba de la mesa y la otra en el suelo de manera de mi vagina queda ligeramente contraída pero despejada para su maldito pene, él me toma de la cadera y con una mano halando mi cabello y la otra empuntando su verga me penetra y grito de emoción pues era todo lo que quería, su verga dentro de mí, entrando y saliendo con dureza, él se deja caer sobre mi espalda y siendo tu respiración acelerada en mi cuello y no para, me penetra lento y suave, su ritmo es perfecto, siento como mi abdomen se contrae, como mis pezones se queman, como mi piel arde y mis ojos se humedecen al sentir tanto placer, no lo contenemos, ambos gemimos, su pelvis choca contra mis nalgas y el sonido es música para mis odios, mi humedad también suena, estoy tan mojada que puedo escuchar como cada penetrada suena como dos manos mojadas chochándose, se acerca a mi oído y me dice “eres mía, tu cuerpo es mío, tus gemidos son míos, tu sudor es mío, Laura eres mi maldita perra” luego sale de mí y rápidamente se sienta ...
    ... en la mesa y me carga encima de él pero ahora soy yo quien está al mando así que estando en frente de él le miro y le digo “soy tu maldita perra y quiero me la folles” y lentamente introduzco nuevamente su verga en mí y empiezo a moverme, pongo mi piernas lo más abiertas posibles y brinco encima de él, mis senos golpean su cara y él me toma del cuello y me maneja como si yo fuera su jinete y él mi caballo, cabalgo su dura verga y ambos gemimos en la boca del otro y siento como su cuerpo tiembla al igual que el mío así que alentó mi movimiento y me muevo suave como bailando en su pene y mi clítoris se roza con su vello púbico y siento como yo también tiemblo en señal de que ambos nos correremos así que no paro con mi movimiento de cadera y él me toma por el culo y lo aprieta, me aprieta mucho contra él sin parar, ambos moviéndonos pero ahora rápidamente sentimos como nuestro placer llega al máximo y ambos llegamos al mismo tiempo corriéndonos uno en el otro y quedamos tumbados, húmedos y calientes y ambos sentimos como nuestros tibios líquidos quedan al descubierto, yo encima de él y él encima de nuestro sudor derramado en aquella mesa y nos miramos a los ojos prometiéndonos que siempre volveremos a ese mismo lugar a donde nuestras almas y cuerpos jamás se acobardarían otra vez. 
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