1. Con el Taxista Hetero


    Fecha: 27/06/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... músculos muy ricos por cierto, era alto, como 1. 85 y muy blanco, estaba guapo. Taxista — ¿Y tienes prisa? Podemos ir a un lugar que está solo y ahí podemos y ya después te llevo a tu casa, Yo — Si claro, vamos. Taxista — Vengo bien caliente, de hecho vengo de dejar a una morra al aeropuerto y se me andaba insinuando peor pues nel, si quería pero me apendeje, lo bueno es que te vi ahorita y contigo no me pude resistir. (Y en eso me acaricia mi culo y me pone mi mano en su bulto para que se lo acariciara, era un bulto muy rico, que se sentía perfecto a través de su pants de esos que son como de tela delgadita. Yo — Mira pues andas de suerte. (Y le hice señas para que se bajara el pants). Se bajó el pants y los boxers pegaditos hasta la rodilla y quedó a mi vista algo simplemente delicioso, su pene era riquísimo, era claro, completamente depilado y gordito, como de unos 15 cm, cuando lo toqué estaba muy suave al tacto, su piel era muy suave y estaba hirviendo de calor, lo cual me puso a mil, lo tomé con una mano y me lo llevé a la boca, él soltó un gemido de placer y empecé a pelàrselo. Ya estaba babosito de precum y empecé a darle una buena mamada de arriba a bajo, mientras me decía que que rico, y me acariciaba la cabeza de una manera muy suave, estuve así por un rato mientras èl cuando podía me metía los dedos en mi culito por debajo de mi licra, sus dedos eran gordos y muy ricos, me sentía en la gloria. Llegamos al lugar que era como una especie de mirador, para esto ya ...
    ... estaba aclareciendo el cielo y me dice: Taxista — Yo vivo por aquí, ahorita ando viviendo con mis papàs porque me separé de mi vieja tu crees, ella se quedó con los chamacos y pues yo ando de cabrón. Yo — Pues de lo que se perdió tu mujer, estás riquísimo (Y le di un super beso en la boca). Nos empezamos a besar apasionadamente, y reclinamos los asientos para que quedamos acostados, me bajó por completo la licra y se puso encima de mi de frente, continuábamos besándonos y él puso su pene entre mis huevos simulando que me cogía por la pushita, cosa que me encanta y me prende mucho, yo sentía como se movía y clavaba su pene en mis huevos, y los dejaba húmedos de precum y se sentía super calientito. Me volteó y empezó a mamarme el culo muy rico, mientras yo gemía como puta, después empezó a subir y me clavó su verga de un golpe, yo estaba a mil, entró poco a poco con dificultad en mi culito (es que aún está algo cerradito) hasta que entró la mitad y así empezó a cogerme, sentía su cuerpo encima del mío, estaba super grande y pesado de músculo, yo me sentía indefensa y protegida por aquél macho. No duró mucho porque empezó a aclarecer más y de vez en cuando paraba porque empezaba a salir la gente. Total de que me dijo: Taxista — ¿Te los quieres comer mi amor? Me encanta que se los coman. Y yo sin decir una palabra me bajé a mamársela de nuevo mientras le acariciaba sus nalgotas lampiñas con mi mano, estaban deliciosas, su rajita estaba llena de sudor y eso me prendió mucho, como que ...