1. Follada en el metro.


    Fecha: 02/07/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Camino algo nerviosa por la acera, a estas hora el tráfico suele ser denso. Es hora punta y muchos hombres va a trabajar a la oficina.
    
    Escucho el repiqueteo de mis tacones al descender por la escalera, es verano hace calor y siento el sudor pegando el fresco vestido a mi espalda.
    
    Tengo treinta y cinco años, rubia, ojos oscuros. Si empre me ha gustado cuidarme y eso se refleja en mi físico. Nunca he pasado desapercibida, tal vez por mi noventa y cinco de pecho, mi cuerpo proporcionado y que siempre me ha gustado llamar la atención del sexo opuesto.
    
    Me siento agitada, no sé si me saldré con el propósito que tengo en mente, aunque me he vestido para la ocasión.
    
    Mi vestido es vaportoso, suave y me llega a un par de palmos baj el trasero. Quería un tejido fluiso y de fácil acceso.
    
    Toda la parte de delante estaba cubierta de pequeños botones, había desabrochado tres del escote, para que si alguien se asomaba pudiera ver el sujetador de encaje y los pezones pugnando por salir. Llevaba un tanga a juego, minúsculo que ya estaba empapado frente a la expectativa de lo que podía llegar a suceder.
    
    Varios hombres me miraron al pasar a su lado, les devolví una sonrisa tímida esperando a que el vagón atestado de gente parara enfrente de mí.
    
    ¿Serían ese par de traje caro los afortunados que me podrían manosear?
    
    No me importaba quién fuera, solo quería sentir la adrenalina de sentirme tocada por un desconocido, de alcanzar un orgasmo sinver quién me lo ...
    ... proporcionaba, y que fuera en un lugar público.
    
    El metro se detuvo y yo subí cargada de aspiracones.
    
    El ambiente estaba cargado, la gente se apelotonaba, no cabía un alfiler, justo lo que yo deseaba. Intenté abrirme paso pero fue imposible, estaba enterrada en aquella montaña de cuerpos que luchaban por mantenerse en pie. Escogí bien el vagón, apenas había mujeres, nos dirigíamos al distrito financiero de la ciudad así que muchos eran banqueros.
    
    El vagón arrancó impulsándome hacia atrás, hacia un cuerpo blando que detuvo mi avance y en el cual me encajé sin pedir disculpas.
    
    Me dejé abrazar por la carne de aquel individuo que había tras de mí, sin moverme con el corazón desbocado por lo que estaba apunto de hacer.
    
    Tragué con fuerza y apreté las nalgas contra él, que no pareció molestarse. Mordí mi labio inferior cuando la palma de su mano se fijó a mi cintura, y le oí respirar cerca de mi oído.
    
    Olía limpio, me gustaba que mi posible compañero de juegos oliera bien.
    
    Con sutileza acarició mi abdomen, paseando los dedos, tanteándome para ver si tenía via libre. No podía creer mi suerte cuando la mano pasó a sobarme el culo, a magrearlo y levantar mi falda para colarse en el interior.
    
    -Separa las piernas -murmuró en mi oído. Su voz era cálida, ronca, le calculé unos cincuenta. Las separé invitándole a que sus dedos palaran mi humedad.
    
    Las yemas de los dedos apartaron el tejido con premura para acariciar directamente mil labios chorreantes y penetrarme con ambos ...
«123»