1. Los viejos se cogieron a mi esposa


    Fecha: 02/07/2023, Categorías: Infidelidad Autor: JorgePietro, Fuente: CuentoRelatos

    Debí haberlo imaginado, pero no lo hice, la excitación que me producía ver a mi esposa mostrarse en el balcón y verla disfrutar en mi cama con visitantes ocasionales, me impidieron vislumbrar el futuro. Tendría que haberme dado cuenta que, más tarde o más temprano, todo dejaría de estar en nuestra privacidad y se empezaría a ser más público. Y así fue.
    
    Con Ana vivimos en un edificio de departamentos en una zona muy coqueta. Es un complejo con piscina, gimnasio y un gran parque que se usa como solárium. Por supuesto, como en casi todos estos lugares, contamos con seguridad privada en los ingresos y monitoreo por cámaras en casi todas las zonas comunes. Y aunque esto hace que uno se siente más seguro, termino jugándonos en contra.
    
    Aunque tomamos siempre bastantes precauciones, era seguro que la constante exhibición de Ana y las frecuentes visitas de jóvenes, empezaron a llamar la atención más de lo que hubiésemos querido.
    
    Ese viernes de enero, como todos los días que asistimos a nuestros respectivos trabajos, salimos de nuestro departamento y nos dirigimos hacia el ascensor. Acostumbro alcanzarla al negocio en que trabaja y de ahí me dirijo al mío. Estábamos bastante cansados, había venido de visita un “amigo” y nos habíamos dormido tarde. Entiéndase que cuando digo “amigo”, me refiero a algún conocido que vino a disfrutar de mi esposa.
    
    - No puedo más, me dijo Ana.
    
    - Yo también estoy muerto, le respondí.
    
    - Menos mal que mañana es sábado, continúe.
    
    - ...
    ... Tenemos que parar de hacer esto en la semana, me dijo sonriendo.
    
    - Ayer no se te veía disconforme, sonreí.
    
    Solo sonrío y antes que pudiera decir algo más, llego el ascensor. Al abrirse las puertas su interior estaba ocupado por un vecino del séptimo piso, que, aunque lo había cruzado varias veces, nunca habíamos entablado una conversación.
    
    - Buenos días, dijo.
    
    - Buenos días, dijimos casi al unísono con Ana.
    
    - Van a las cocheras, preguntó.
    
    - Si, gracias, dije.
    
    Yo me acomode al lado de él y Ana se ubicó delante de los dos mirando hacia la puerta del ascensor. Ella vestía un pantalón blanco muy ajustado que dejaba notar muy sutilmente a través de la tela los bordes de su pequeña tanga.
    
    Por supuesto eso no pasó desapercibido para nuestro vecino, que clavo la mirada en la cola de mi esposa, sin ningún disimulo.
    
    - Me llamo Ricardo, dijo mientras me ofrecía su mano.
    
    - Jorge Pietro, un gusto, dije correspondiendo su saludo.
    
    - Soy Ana, un gusto.
    
    - Si claro señora, ya conozco su nombre, acá en el edificio se habla mucho de Ud., dijo.
    
    Ana me miro y se sonrojo.
    
    - Es que hace mucho tiempo que vivimos acá, dije nervioso.
    
    - Si claro, dijo el riendo.
    
    Por suerte, el ascensor llego a destino. Mientras caminábamos hacia nuestros autos a Ana se la veía abrumada, pero no dijo palabra. Yo a su lado le agarré la mano y se la apreté en un gesto de tranquilidad. Ricardo había quedado detrás de nosotros y me lo imaginaba disfrutando la cola de ella con ...
«1234...18»